La feria Lillo de Castro nuevamente sufre producto de goteras en su infraestructura, por lo que sus locatarios piden solución al municipio.

Aún no llega el invierno y los trabajadores del histórico edificio, emplazado en la costanera, deben utilizar todo tipo de recipientes para proteger sus productos.

Teresa Melipillán, quien tiene un local de artesanías que a diario recibe a turistas, sostuvo que se cansaron de esperar una respuesta de las autoridades.

Miguel Sandoval, otro locatario, señaló que la estructura es antigua y que viven con dificultades en la techumbre.

Lorena Ruiz, quien se encuentra en el acceso al recinto, mencionó que pese a pagar patente y que la estructura es del municipio, se sienten abandonados.

Desde la municipalidad de Castro señalaron que en los próximos días se iniciarán trabajos para reparar la techumbre de la edificación.

Henry Burrows
Henry Burrows
Henry Burrows
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