"Te vamos a matar, sabemos dónde vives tú y tu familia, se van a acordar de nosotros". Esa fue la amenaza que uno de los gendarmes aseguró haber recibido por parte de los comuneros mapuche que los retuvieron junto a otros dos funcionarios en medio de un motín en la cárcel de Angol. Situación que se generó el domingo tras la suspensión de las visitas por las elecciones.

Los gendarmes que fueron retenidos tras un motín de comuneros mapuche en la cárcel de Angol el pasado domingo, relataron cómo se produjo el grave incidente que actualmente es investigado por el Ministerio Público, evidenciando la desprotección de los funcionarios y los beneficios de los internos.

La situación, que el gobierno calificó de gravísima, ocurrió la mañana del domingo, luego que los internos del módulo F se molestaran por la suspensión de las visitas por la elección del Consejo Constitucional.

Acción que derivó en el traslado a otros penales del país a seis comuneros que lideraron el violento ataque y que ha significado un alza en los hechos de violencia en la Macrozona Sur.

Una de las víctimas de este hecho detalló cómo ocurrió la agresión y evidenciaron las falencias existentes en el penal de Angol.

“Con un tono de voz desafiante, estaban exigiendo el ingreso de sus visitas, pero se les volvió a reiterar que se encontraban suspendidas las visitas a nivel nacional por el tema de las elecciones. Una vez terminado el diálogo, decidimos salir del interior módulo, encontrándonos con los dos accesos bloqueados y cerrados por fuera con el cerrojo, ante esta situación nos devolvimos al patio y nos apostamos en una esquina, ya que en ese sector hay una cámara tipo domo”, relató uno de los gendarmes a La Tercera.

Detalló que los comuneros estaban con las chuecas con las que golpeaban el piso, mientras custodiaban a los gendarmes retenidos. Al no lograr su objetivo, que era el ingreso de sus familiares, se volvieron más violentos golpeando a los funcionarios.

“El escopetero le advierte que no se acerque a nosotros, ya que de lo contrario iba a hacer uso del armamento disuasivo, el interno hace caso omiso y de forma desafiante se acerca más hacia nosotros y el resto de comuneros hicieron lo mismo, todos premunidos con sus chuecas, y el colega realizó disparos al aire en dos ocasiones, sin embargo, nos comenzaron a golpear con estos elementos contundentes, en el lugar, había una mesa de plástico la que utilizamos como escudo para poder protegernos”, reveló.

Gendarme afirma que pudieron “haber muerto a manos de los internos”

Producto de ese ataque, el funcionario resultó con lesiones en la cabeza, manos, dedo pulgar, antebrazos, entre otros. “Los funcionarios que se encontraban en la línea de fuego -entre las murallas del recinto y la malla perimetral del módulo- cortaron la malla con un napoleón, para poder salir con vida del patio del módulo, ya que nos golpearon por algunos minutos y de no haber sido por los colegas que cortaron la malla, probablemente habríamos sufrido lesiones gravísimas e incluso haber muerto a manos de los internos comuneros”, aseguró.

Junto con la golpiza, los comuneros —según la versión del funcionario- los amenazaban: “Te vamos a matar, sabemos dónde vives tú y tu familia, se van a acordar de nosotros”.

Una vez que liberaron a los gendarmes, a las 13:00 horas el jefe Operativo Regional ordenó el ingreso del personal al módulo y con ello el desalojo de todos los internos. Ingreso no exenta de dificultad porque tenían bloqueado el acceso de Guardia Interna con mangueras de la red seca contra incendiario.

Privilegios del módulo de comuneros

Tras los graves incidentes se ordenó eliminar privilegios de los internos del módulo F. Si en el resto del país, el encierro de los reos es a las 17:30 horas, en dicha unidad era a las 21:00 horas.

También se le suspendieron las visitas a los involucrados hasta en 30 días, esto de acuerdo a su grado de participación en los incidentes.