Nadie imaginaba la situación de un pequeño, quien tras convertirse en hombre, tomó una drástica decisión contra su padre.

Era casi inaudible lo que Jordy Lemoine cantaba. Su pronunciación era escasa y no era para menos. Si es complejo ser adulto, lo que vivió prematuramente, le puso tema a uno de sus hits: “es difícil ser bebé”.

Sin embargo, en ese momento, no lo sabía. Subía a los escenarios, viajaba largos trayectos y facturaba millones. Ajeno a un mundo de adultos, alejado estaba también de vivir una niñez normal.

Poco a poco se fue esfumando su nombre. Su ciclo vital se encargó de poner las cosas en su lugar, pero también influyó el público que se percató que algo sucedía con el niño estrella.

Décadas han pasado y un hombre se dispuso a contar una verdad que muchos no intuyeron al inicio de su mal llamada carrera artística.

La historia de un bebé en el escenario

La década de los 90 fue una vorágine para un infante, cuyo padre era un director musical y vio en su pequeño el talento para triunfar. Al menos, eso es lo que contó en los inicios artísticos de su hijo Jordy Lemoine.

Cuando Claude Lemoine llevó a su hijo a una audición para un comercial de pañales, el volverlo un rostro conocido lo llevó a idear el siguiente paso: la carrera musical de Jordy.

Todo fue una consecución de eventos, ya que la frase del comercial fue “¡qué difícil es mojar el pañal!”. El hombre, con visión empresarial de productor, le dio vueltas a la frase, según la historia en el periódico español El Mundo.

Fue así como pocos años después, surgió la canción “Dur dur d’être bébé” (qué difícil es ser bebé), el tema que catapultó a la cima a un pequeño niño de 4 años. Corría entonces 1992.

Pronto, el niño se agenció un Récord Guiness por ser “el cantante más pequeño en obtener un número uno”. Estuvo en la cima al ser escuchado en al menos 14 países, varios de América Latina. Tuvo presentaciones en España, además de en su natal Francia, entre otras europeas.

No obstante, “es difícil ser bebé”, más que una canción, se convirtió en una realidad para la prematura estrella que apenas podía cantar y bailar en los escenarios.

Un bebé agotado ante las cámaras

La madre de Jordy Lemoine, la ex presentadora radial Patricia Clerget, estuvo a cargo no sólo de persuadirlo para que cantara. Cuando lo convenció, se encargó de enseñarle a rapear con micrófono en mano. Ambos padres estaban sintonizados para hacer de su hijo toda una estrella.

En ese entonces, cuando su hijo alcanzó la fama, el periódico The Washington Post la entrevistó. Ella dijo que “A Jordy le sale natural cantar, porque a él le encanta hacerlo. Jordy no siente ningún tipo de presión sobre él. Por ejemplo, todo comenzó porque estábamos en el estudio con Claude y él tomó el micrófono. Y nosotros, en vez de decirle ‘no toques nada’, lo dejamos, porque nos dimos cuenta que le gustaba”.

Sin embargo, el medio estadounidense fue más allá e investigó lo que estaba detrás del escenario de Jordy. Escribió sobre un niño incómodo, sin ganas de salir a cantar ante las constantes presentaciones y viajes, además de ser chantajeado de no ser llevado a pasear en pony.

En cámara, la situación también se volvió notoria. Cada vez más reporteros les consultaban sobre la forma en que mantenían a Jordy en escena. La prueba irrefutable es que lo hicieron salir de gira durante un año por el continente europeo, Japón, Corea y territorio estadounidense.

Los Lemoine se defendían diciendo básicamente la misma excusa, ya con 3 discos grabados por el pequeño Jordy.

“No hay forma de obligar a un niño a subir a un escenario, porque no son como títeres. Para él esto es un juego y nosotros no tenemos nada que ver“.

Sin embargo, ellos habían dejado sus trabajos y vivían de lo que su bebé facturaba siendo tan pequeño y con las cada vez más evidentes incomodidades para estar en el escenario.

Poco a poco, todo se desmoronaría para sus padres.

En un año, Jordy Lemoine estuvo de gira por Europa, Asia y América (EEUU)
Youtube / Captura de pantalla

Un fraude de millones de dólares

Para el público comenzó a ser notorio que, detrás de un niño estrella, estaban unos padres ansiosos de obtener ganancias, a costa de su trabajo o, básicamente, su explotación infantil.

Las ventas comenzaron a caer, aún con más canciones de Jordy sonando en las radios. Entre estas, Alisson. Nuevamente Claude Lemoine ideó otro plan empresarial: un parque de diversiones con la imagen de su famoso hijo.

La idea era que los hits de Jordy Lemoine, al menos en el álbum Pochette Surprise, fueran el gancho suficiente para atraer a otros niños a las instalaciones. Pero, como en los otros dos discos de su hijo, Potion Mafique y Récreátion, los juegos no pegaron lo suficiente y tuvieron que cerrar ante los graves problemas financieros.

Decidieron mudarse a una granja en la campiña francesa. Sólo en ese lugar Jordy comenzó a ser un niño como el resto y a jugar fútbol, entre otras pasiones.

Las consecuencias financieras trascenderían, no obstante al bienestar del niño. El matrimonio de Claude y Patrice se vino abajo, como sus negocios. Sin embargo, la mayor prueba radicó en una acusación de fraude que le hizo su hijo, quien años después haría una potente declaración.

“Claude Lemoine es el rey de la manipulación mental. Me robó y me mintió. Fue horrible entrar a mi cuenta y ver una cantidad irrisoria de dinero. No había ni rastros de las ventas de discos, los conciertos o mis derechos de imagen”, aseguró Jordy en 2006.

Patricia y Claude, padres de Jordy Lemoine se separaron
El Mundo

Padres explotadores: Jordy Lemoine confirmó que fue difícil ser bebé

Ya superada la consigna de “qué difícil es ser bebé”, el joven Jordy Lemoine intentó hacer algo por su cuenta. No lo hizo tanto por fama, sino, por recuperar lo que era suyo.

El primer paso incluyó la participación en un reality francés, donde habló de sus traumas de niñez y de la forma en que, principalmente su padre, se aprovechó de su fama en la infancia. En Ferme Célébrités, el público se compadeció de su historia, convirtiéndolo en el ganador de la producción.

Como segundo punto, Jordy decidió escribir el libro “Ya no soy bebé”, en el cual acusa a su padre de explotador y a su madre le otorga una mención menos drástica, a pesar de que esta colaboró en un inicio para que su imagen fuera utilizada con fines de lucro. Según el excantante, fue gracias a las presiones de su progenitora, que logró salir del mundo musical.

Sin embargo, Jordy pensó en retomar su carrera en el año 2006. Sus antiguas canciones serían relanzadas, pero enfrentó la oposición de su padre y de la disquera a cargo de sus éxitos, SONY BMG.

Por lo anterior, Lemoine emprendió acciones judiciales contra ambas personas, jurídica y filial.

Jordy demandó en 2006 a su padre Claude Lemoine por impedirle cantar de nuevo sus canciones
Purepeople

Jordy Lemoine: la paz de una fama controlada

La demanda que un hombre interpuso contra su padre y ex disquera, rindió frutos. Ganó más de un millón de dólares cuando una corte falló a su favor, debido al impedimento de lanzar sus temas.

Con la relación con su padre más que lacerada, Jordy utilizó el dinero para construir lo que no tuvo, una profesión y una familia.

En primer lugar, se convirtió en ingeniero en sonido, algo que no estaba muy lejos de lo que le obligaron a hacer de niño. En segunda instancia, se casó y construyó un hogar con su actual esposa, con la que tienen dos hijos.

La fama y fortuna, por ahora son escasas. Lemoine es por estos tiempos un hombre que trabaja proyectos personales y familiares pero a una ínfima escala de la que vivió, cuando premonitoriamente cantó “Qué difícil es ser bebé”.

Jordy Lemoine vive una fama controlada, después de cantar literalmente "qué difícil es ser bebé"
mlestrat / Instagram