Lonquimay, la comuna más larga de la región de La Araucanía, es también una de las más frías, donde el invierno golpea con un manto de nieve que corta caminos, bota árboles y cubre viviendas. Incluso, las temperaturas han llegado a los -15°C.

Sin embargo, sus habitantes, frente a todos los embates del clima, luchan durante el invierno para seguir adelante con sus rutinas, demostrando una entereza y admirable esfuerzo.

Este 2019, el invierno no ha dado tregua en varias regiones del país, incluida La Araucanía. En Lonquimay, un importante número de personas quedaron aisladas producto del viento, la lluvia y, por supuesto, la nieve.

Bien lo sabe el sargento de Carabineros Juan Carlos Fernández Bolaños, delegado de la Subcomisaría de Lonquimay, quien desempeña una función de acercamiento con la comunidad. A través de la junta de vecinos, conoció la historia de Atilio Uribe Jara.

Atilio tiene 75 años, vive solo en una mediagua. No tiene luz, tampoco agua, ni cosas tan básicas como alimentos.

Situaciones como la de él no son pocas en la zona, por este motivo, el sargento Fernández, en compañía de profesores y otros funcionarios de la comuna, acudieron hasta la vivienda de Atilio para realizar aseo, llevarle ropa de invierno y le entregaron algo tan importante, como lo es la compañía.

Iván Betancur | RBB
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En estos momentos los funcionarios policiales se encuentran gestionando la ayuda para que el anciano pueda contar con suministro eléctrico, y así tener luz en su precaria vivienda.

Estudiantes enfrentando la nieve

Uno de los principales temas en toda sociedad es la educación. En la mayoría de las regiones del país, al atravesar un frente de mal tiempo -dependiendo de las condiciones- las clases se suspenden con el objetivo de evitar incidentes. Sin embargo, en esta zona los alumnos llegan sí o sí a las aulas.

Así lo comentó Benjamín Negrier Torres, director del Liceo de Lonquimay. En conversación con Radio Bío Bío, comentó que en años anteriores los estudiantes caminaban entre cuatro y cinco kilómetros, en medio del barro y la nieve, para llegar hasta el establecimiento.

Es más, incluso mencionó que un año los estudiantes debieron ser trasladados en helicóptero hasta sus viviendas, ya que los caminos se encontraban cortados.

“Yo recuerdo que la laguna San Pedro, que queda como a cuatro o cinco kilómetros de distancia, en algunos años se congelaba y era tan gruesa la capa que pasaban carretas con animales, ya que había una casa en el otro extremo”, mencionó el director del recinto educacional.

“En esos años existía el valor de ser más solidario”, recordó Negrier, en relación a cómo se preparaba la comunidad de Lonquimay para el invierno.

Iván Betancur | RBB
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Este 2019 será el primer año que estudiantes del liceo saldrán con un título técnico profesional, desde su fundación en 1972. “Yo me inicié cuando se creó el tercero medio, en 1974, como profesor de Biología y Química”, añadió Benjamín.

“Todos tenían que llegar a pie”, dijo Negrier. Hoy, el panorama es muy diferente. El recinto, que es el único liceo de Lonquimay, tiene cerca de 500 matrículas, que significan 500 jóvenes que diariamente se esfuerzan por continuar con su educación.

“El campesino es muy sacrificado”

“La vida es muy sacrificada en Lonquimay, en invierno sobre todo. Casi siempre se queda sin luz, sin caminos y nosotros quedamos siempre aislados”, señaló Adela Zarate, vecina del sector de Lolen.

“El campesino es muy sacrificado”, manifestó Adela, en relación al diario vivir en la zona. En su mayoría, la gente vive del cuidado de sus animales, los que son utilizados principalmente para lana y venta de carne.

Iván Betancur | RBB
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Una opinión parecida tiene Lorenzo Meliñir, dirigente territorial de Quinquén.

Uno de los principales temas que sacó a flote Lorenzo fue la conectividad y falta de comunicación que hay en la zona.

“La comunidad actualmente solicitaba un proyecto de radios, que pudieran tener conectividad durante el invierno por este tipo de emergencias”, dijo el dirigente, quien señaló que en la actualidad se cortan los caminos y, a su vez, la señal telefónica.

Con este proyecto, la comunidad de Quinquén lograría mantener comunicación y una mayor facilidad para dar a conocer los principales sectores que quedan aislados durante el invierno, en especial por el corte de caminos.

Incluso, dijo que buscan lograr reunirse con las principales autoridades regionales, ya que dijo “nieve vamos a tener todos los años”, por lo esperan buscar soluciones que les ayuden a sobrellevar la temporada invernal.

Falta de vehículos especializados

La salud no es un tema menor, sobre todo cuando hay complicaciones para llegar al principal recinto asistencial de la zona.

Miguel Herrera Medina, director subrogante del hospital de Lonquimay, señaló que durante el invierno refuerzan el servicio de urgencias con el personal que tienen, sin embargo, dijo que este año ha sido complicado por la falta de vehículos 4×4, para llegar a los sectores rurales.

En relación al sistema de radiotelefonía, Herrera añadió que “tenemos un radio de 10 kilómetros de comunicación, que es mínimo para la comuna más extensa de La Araucanía”.

Por la señales dijo que están sujetos a las antenas telefónicas, el problema es que durante el invierno estas se caen, perdiendo así la comunicación, por lo que los choferes de ambulancia quedan sin respaldo.

El pasado 29 de junio, el volcamiento de un bus en la localidad de Malalcahuello dejó al menos ocho personas lesionadas. Pese a que por sector no corresponde al hospital de Lonquimay, sus funcionarios acudieron en apoyo de los accidentados.

“Las intensas nevazones impidieron que desde Curacautín pudieran acceder, una porque tienen menos experiencia en el manejo de nieve, y sus ambulancias están menos preparadas”, manifestó el director subrogante del hospital, sin embargo, lo que mencionó a continuación es una demostración del coraje de los profesionales que se desempeñan en el recinto.

“Nuestros choferes, aún sin ambulancias preparadas, pudieron acudir a esa emergencia. Incluso el hospital de Lonquimay dio respuesta al accidente por completo”, enfatizó Herrera.

Pese a lo que se pudiera imaginar, en invierno las atenciones por urgencias son menores que en otras temporadas del año.

Por la atención que entrega el recinto, el director (s) citó a un conocido médico del recinto, quien manifiesta que “la gente que viene al hospital de Lonquimay, viene a buscar lo que cualquiera de nosotros buscaría en la Clínica Alemana o en el Clínico de la Universidad Católica, porque para ellos viajar una hora desde sus casas, significa que ellos vienen a buscar resolver su problema completo”.

Ayuda solidaria

El subcomisario de Carabineros de Lonquimay, teniente Luis Jara Gómez, mencionó que, más allá de los llamados por delitos y hechos de violencias, una de las principales solicitudes de la comunidad son desde ir en ayuda de alguien aislado, hasta que le pasen a comprar víveres.

Los funcionarios están desplegados por toda la comuna con cinco destacamentos. Todos se preparan con meses de antelación para el invierno.

Todos los días coordinan con Vialidad los principales pasos internacionales de la zona y las vías de la comuna, por el exceso de nieve que cae en Lonquimay.

Iván Betancur | RBB
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Pese a que todos los días atienden casos de violencia intrafamiliar, consumo de alcohol y otros hechos netamente policiales, la ayuda social es una de sus principales funciones.

“Hemos entregado alimentación a los pequeños ganaderos”, dijo Jara, ya que dichas personas se movilizan principalmente en caballos.

“Nos piden incluso al nivel 133 si le podemos llevar mercadería, cosas básicas”, manifestó el teniente, quien agregó que incluso trasladan a adultos mayores para que se puedan pagar sus pensiones.

También agradeció la ayuda que reciben por parte de privados y personas anónimas, para repartir ropa y alimentos en los diversos sectores rurales que quedan aislados en invierno.

En ese sentido enfatizo que “cuando las instituciones quieren, todo se puede”.

También mencionó el apoyo que reciben por parte de los servicios públicos y personas naturales como los profesores, quienes realizan actividades solidarias al interior de las aulas.

Entre los principales apoyos que ha reconocido la comunidad, es la que entregaron para una joven que sufría de una enfermedad dermatológica severa que no había sido diagnosticada. Gracias a la ayuda proporcionada por los funcionarios, hoy la joven lleva sus tratamientos al día, evolucionando de manera favorable.

Otro es el caso de un joven con discapacidad intelectual y cuya familia vive en precarias condiciones. Ahora recibe una pensión que no solo le permite llevar un mejor pasar, sino también ayudar a su familia.

Esta nota si hizo con colaboración del periodista de Radio Bío Bío en Lonquimay, Iván Betancur.

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