El presunto autor intelectual de un millonario robo, que afectó a un residente de un exclusivo barrio en La Serena, también vivía en el complejo habitacional y, según se investiga, habría tenido acceso a los mensajes que intercambiaban los vecinos en un grupo de WhatsApp creado para resguardarse de los antisociales. Con esta información habría elaborado “un plan perfecto”, el que, sin embargo, fue desentrañado y todos los presuntos involucrados puestos a disposición de la justicia.

El 27 de marzo, Rolando Munizaga fue víctima de un robo, pero ahora, de la sorpresa. De acuerdo a la investigación, un vecino que había llegado hace pocos meses al complejo habitacional La Serena Golf sería el autor intelectual del ilícito que afectó a su casa.

En la familia se sienten impotentes, sobre todo porque aseguran que estaban siendo vigilados desde hace tiempo y sin saberlo, entregando información privilegiada a quienes perpetraron el ilícito.

Un preocupante panorama

En el sector todo el mundo se enteró del robo. Además de lo cuantioso de las pérdidas -que en total superaron los 20 millones de pesos– sorprendió el modus operandi y el hecho de que esta situación, según los vecinos, pueda volverse frecuente en el exclusivo barrio.

Para Héctor Trujillo, también residente y encargado de seguridad del Pasaje 5 Oriente, lo más alarmante y que devela este caso, es que “nadie se salva” y que lo que le sucedió a Munizaga es como “estar durmiendo con el enemigo”.

“Nadie sabe para quién trabaja, literalmente. Porque se puede llegar a entender que vengan de afuera y te roben, pero que lo haga tu propio vecino, que se supone debería cuidarte, dice mucho de lo que somos como sociedad”, sostiene.

Además, manifiesta que el golpe ha sido para todos, no sólo para los afectados directos, ya que ahora será difícil restablecer las confianzas entre ellos mismos.

“Todavía no lo podemos creer”

Munizaga admite que “estas cosas no se superan de la noche a la mañana”, ya que tanto él como su esposa e hija ahora se sienten totalmente vulnerables. “Ya no se puede confiar en nadie”, acota, mientras mueve su cabeza de lado a lado, con desconcierto.

Nunca se esperaron que algo así les sucediera. Una de las razones por las que llegaron a vivir al sector hace cinco años fue también el sentirse más seguros, pero tras el robo se dieron cuenta de que “el peligro está en todas partes. No puedes huir de él”.

El hombre relata que el día en que un grupo de individuos ingresó a la morada no había nadie en la vivienda, algo que ahora se cree sabían los antisociales y que facilitó su accionar. Su señora y su hija estaban en Vallenar y él venía viajando desde la ciudad de Antofagasta, donde trabaja.

Pasó por la región de Atacama a buscarlas para retornar juntos a La Serena, pero la sorpresa fue devastadora cuando llegaron. El primer indicio de lo que había sucedido fue que el portón eléctrico no funcionó cuando quisieron entrar al inmueble lo que llevó a que Rolando se bajara del automóvil y constatara que alguien había cortado intencionalmente la energía.

Cuando la repusieron, abrieron las puertas del domicilio y vieron el desastre. “Había huellas, todo tirado, y empezamos a ver que faltaban los televisores, dinero en efectivo etc… Uno ahí no la puede creer, realmente”, expresa.

Jamás se le pasó por la cabeza que uno de los presuntos autores fuese un vecino, que hoy está en prisión preventiva, pero una vez que hicieron la denuncia y la investigación comenzó a avanzar, se fueron enterando de las hipótesis que hasta ahora corren con más ventaja. “Yo no conocía a estas personas, ni a su hijo que es el que está involucrado, pero sé que pertenecían al chat que tenemos nosotros para cuidarnos, entonces más impotencia te da. Es como cuando los ratones se coluden con el gato y se comen el queso”, lamenta.

“Es un peligro”

Pese a los comentarios, en principio, no tenía seguridad de que efectivamente se tratara de un vecino de Serena Golf, pero durante la formalización de los sujetos, tras lograr ubicarlos, fue la propia familia del individuo quienes se le acercaron para pedirle perdón y, según Rolando, llegar a un acuerdo reparatorio, pero Munizaga asegura que el proceso ya está en marcha y dejará actuar a la justicia. “Lo que pasa es que con el tiempo te vas dando cuenta de por qué el tipo quedó en prisión preventiva, porque ha estado metido en otras cosas. Entonces, representa un peligro para la sociedad y tiene que afrontar las consecuencias de sus actos, aunque sus padres no hayan estado al tanto de lo que él hacía”, sostiene el afectado.

Lecciones

La víctima insiste en que por lo pronto lo único que quiere es que la investigación avance y poder recuperar especies que tienen un valor sentimental incalculable. Pero asegura que todos deben sacar lecciones. “Por mi parte jamás volvería a estar en un grupo de estos de WhatsApp, porque uno nunca conoce a toda la gente, ni tampoco sus intenciones”, expresa.

Pero, tal como lo manifestó Héctor Trujillo, otro residente, la inmobiliaria debería poner más énfasis en la seguridad, ya que rara vez se les ve realizando rondas por las noches dentro del complejo y si no dan abasto, pedir apoyo a Carabineros. “La lucha contra la delincuencia es de todos. Sin duda que los sistemas de seguridad acá tienen que mejorar, y las instituciones policiales también deben realizar labor preventiva en este sector, porque también somos parte de la comunidad”, indicó.

El afectado por el robo hace su mea culpa. Admite que debió haberse cerciorado de quiénes eran las personas a las que les estaba entregando información y no confiarse como lo hizo. En aquello coincide el subjefe de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI (BIRO), Gonzalo Fritz, quien si bien no puede entregar mayores antecedentes de la investigación, ya que se encuentra en curso, y el Ministerio Público fijó un plazo de 45 días, sí aconseja a los vecinos establecer relaciones “cara a cara” y conocerse con quienes se intercambia la información.

“Esta es una de las formas en que podemos evitar estas situaciones que ocurren entre vecinos. No quiero decir que al conocerse personalmente no vaya a pasar nada, pero se minimizan los riesgos para que no ocurra lo que pudo haber sucedido en Serena Golf”, expresó.

En la misma línea, el mayor de Carabineros Álvaro Muñoz, comisario de Las Compañías, insistió en que si bien estos chats pueden servir en determinados casos, nunca se debe entregar información que pueda dejar al descubierto determinadas conductas de los propietarios, como viajes que puedan llevar a deducir que las casas estarán deshabitadas. “Nosotros recomendamos esta comunicación, pero para que se puedan avisar si ven algún vehículo extraño o a alguien merodeando por el sector, no para que cuenten todo lo que están haciendo ellos”, indicó.