El alcalde de Illapel, Denis Cortés, acusó que tanto él como la comunidad han recibido poca información tras el derrame de ácido sulfúrico en la parte alta del Río del mismo nombre.

También acusó que no se pueden evaluar los reales alcances de la emergencia ambiental ya que no hay claridad en la cantidad que fue vertida a la corriente: vecinos estiman que fueron 10 mil litros, pero desde la planta en cuestión indicaron que serían 800 mil.

Debido a lo anterior, sentenció que hay poca fiscalización y “cero protección” en un estero que “(…) genera una vida que permite de alguna manera, a las aves, a todas especies que hay por acá, beber y alimentarse”.

“Uno ve con pena cómo hay tantas especies muertas acá en el rio. El olor es bastante fuerte y hace doler los ojos. Necesitamos urgentemente que el Ministerio de Salud nos diga de qué magnitud es ésto, cómo afecta la salud de los niños, de los lactantes, de los adultos mayores y qué se puede hacer”, sostuvo Cortés.

La emergencia comenzó cuando una manguera que llevaba la sustancia tóxica a una planta de lixiviación, ubicada en el sector Matancilla, se rompió, generando el vertimiento que afectó al cauce.

La empresa encargada del suministro de agua potable en la zona, Agua del Valle, confirmó a través de un comunicado de prensa que, tras ser alertados de la situación, activaron sus protocolos de emergencia para “monitorear la entrada de agua a nuestro sistema de producción de agua potable”.

Pese a que no se han registrado problemas en el recurso entregado, puntualizaron que ante cualquier duda los clientes pueden comunicarse con la empresa al 600 400 44 44 o a la cuenta oficial de Twitter, @aguasdelvalle.