La justicia determinó que el Servicio de Salud de Arica deberá pagarle $470 millones de pesos a la familia de Alonso Marín, un pequeño que por negligencias a la hora del parto terminó con un 96% de discapacidad y con una corta esperanza de vida.

El pasado jueves 26 de octubre la Corte de Apelaciones de Arica —revocando la sentencia dictada en primera instancia por el Tercer Juzgado de Letras de la ciudad— condenó al Servicio de Salud de Arica y Parinacota al pago de $470 millones a la familia Marín—Norambuena.

Esto, en respuesta a las gravísimas e irreversibles lesiones ocasionadas al menor Alonso Marín Norambuena al momento de su nacimiento. Mismas que lo dejaron con un 96% de discapacidad física y mental intelectual.

El 17 de octubre de 2016 doña Daisy Norambuena acudió al Hospital Regional de Arica para el nacimiento de su segundo hijo, Alonso. El menor había presentado un normal desarrollo durante todo el embarazo, sin embargo, producto de una serie de malas prácticas por parte del equipo médico tratante —integrado entre otros por el médico Miguel Cornejo Espinoza y la matrona Mayling Lee Caporata— Alonso fue víctima de un severo sufrimiento fetal por asfixia perinatal severa, que lo mantiene con parálisis cerebral, epilepsia, gastrostomía, tetraplejia y otra serie de graves padecimientos que exigen vigilancia las 24 horas del día y que han obligado a hospitalizarlo en innumerables oportunidades.

En concreto, la madre aseguró que durante el parto le aplicaron la maniobre de Kristeller, desaconsejada por la OMS y considerada una “mala práctica”.

Fallo de la corte

Para la Corte de Apelaciones de Arica, la tardía decisión de intervenir quirúrgicamente a la madre atendidos sus múltiples factores de riesgo (cicatriz de cesárea anterior, paciente de alto riesgo obstétrico y útero tabicado) ocasionó la rotura de su útero y el desprendimiento prematuro de su placenta, lo que condujo a que su hijo Alonso experimentara un agudo sufrimiento fetal, al punto de casi causar su muerte por parada cardio respiratoria.

El tribunal llegó al convencimiento que ni la matrona ni el médico que integraba el equipo de salud actuaron con la celeridad que el caso ameritaba. Esto fue corroborado con la abundante prueba presentada en el proceso y permitió atribuir la responsabilidad al Servicio de Salud de Arica y Parinacota condenándolo al pago de $200 millones por el daño ocasionado a Alonso Marín Norambuena y $90 millones a cada uno de los miembros de su grupo familiar (integrado por sus dos padres Damián Marín y Daisy Norambuena y su hermano).

Tanto el médico Miguel Cornejo Espinoza como la matrona Mayling Lee Caporata, fueron formalizados en el año 2022 por los mismos hechos y arribaron a una suspensión condicional del procedimiento en acuerdo con la Fiscalía Local de Arica, la que se mantiene vigente.

En estas acciones judiciales la familia tuvo fue representada por el estudio jurídico Diez Schwerter Abogados.

Así las cosas, en contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Arica pueden interponerse todavía recursos que trasladarían el caso ante la Corte Suprema.

Requeridos por BBCL Investiga en junio de este año para la publicación de un reportaje sobre este tema, desde el Servicio de Salud explicaron escuetamente que si bien los dos profesionales son funcionarios del Hospital Regional, el parto de Alonso se hizo de manera particular, mediante el Convenio de Atención de Pacientes Particulares. En relación a la demanda, declinaron pronunciarse.