A pocas horas del balotaje, el diputado socialista Daniel Manouchehri —parte del comando de Jeannette Jara— hace un balance de la última semana y del rumbo que ha tomado la contienda. En entrevista con este medio, sostiene que diversos elementos pueden incidir en el desenlace, aunque destaca uno por sobre el resto: el masivo rechazo a la propuesta constitucional de 2022, episodio que, según él, sigue condicionando el panorama actual. Respecto al guiño del expresidente Eduardo Frei hacia el candidato José Antonio Kast, el parlamentario afirma que no genera inquietud en el comando y lamenta que el exmandatario se acerque a la derecha más dura.
Es un fin de semana clave. En menos de 24 horas el país estará eligiendo al próximo presidente o presidenta de la República. En la previa al balotaje, Daniel Manouchehri —diputado socialista e integrante del equipo de campaña de la candidata Jeannette Jara— se toma un tiempo para analizar lo que fue el último debate, el tono de la campaña y otros temas de contingencia política.
A juicio del parlamentario, hay muchos factores que pueden ser determinantes en el resultado de la elección, pero, plantea, que el más importante es el que ocurrió el pasado 4 de septiembre de 2022, cuando con un 62% de los votos el país rechazó la propuesta de nueva Constitución.
“Los errores que se cometieron han marcado la coyuntura política de estos años (…) si lo graficáramos esto, pudiésemos decir que hoy día estamos pagando la resaca de la borrachera de Convención Constitucional”, reflexiona Manouchehri.
En cuanto al apoyo implícito del expresidente Eduardo Frei al aspirante a La Moneda por el Partido Republicano, José Antonio Kast, el oficialista dice que no les preocupa y califica de “triste” ver a dicho liderazgo “lanzándose a los brazos de la ultraderecha”. Pese a eso, sostiene que la figura del suspendido militante DC no mueve la aguja, pues no es influyente en la ciudadanía.
La carrera presidencial, factores en la elección y la figura de Frei
—En general, ¿cómo evalúa el último debate de Anatel?
Yo creo que el último debate fue bastante áspero entre los candidatos, en donde se confrontaron opiniones con bastante intensidad y, a mi juicio, creo que lo más llamativo fue la serie de falsedades que sin mayor vergüenza emitió el candidato (José Antonio) Kast. Yo creo que eso, para mí, es algo que ya se empieza a volver muy reiterado y que empieza a mostrar una característica muy propia del liderazgo de José Antonio Kast, que es el hecho de mentir constantemente.
—Y en particular, ¿el desempeño de la candidata Jeannette Jara?
Yo creo que ha tenido la capacidad de mantener la unidad amplia de las fuerzas progresistas de este país. Creo que su liderazgo permitió, lo que se dice en buen chileno, sostener la estantería en la lista parlamentaria y dar un sustento hoy día para tener un peso significativo en ambas Cámaras. Por tanto, creo que ella ha tenido un gran desempeño como candidata, no obstante todas las dificultades que ha presentado el escenario político.
—¿Qué es lo que ofrece la candidatura de Jara por sobre Kast? ¿O más bien se resume en que el adversario es peor? El tono de la campaña ha sido de confrontación.
Lo primero es que no se puede desmerecer el hecho del riesgo para el país y para los derechos sociales que implica José Antonio Kast. Uno puede tener diferencias respecto de si eso es bueno o malo para Chile, que la campaña se base en eso, pero es real y efectivo que José Antonio Kast representa un riesgo de retroceso en una serie de derechos y garantías que son producto de una lucha de años, incluso décadas. Por otra parte, creo que Jeannette Jara ofrece al país un camino de cambios positivos para la gente, graduales y con un grado de gobernabilidad importante. Creo que indudablemente ella ha elaborado un programa muy interesante, que se hace cargo de demandas sociales y que ha tenido la capacidad de hacerse cargo de los principales intereses de los chilenos (…) y eso evidentemente creo que puede efectivamente ser un programa que es muy positivo para la vida de los chilenos.
—¿Qué le pareció la respuesta de Jara, que dijo que ella avanzaría en el proyecto INNA? Esto, considerando que la mega iniciativa podría amenazar la observación astronómica. ¿Se debería poner en el centro el medio ambiente?
Yo creo en el desarrollo económico y siempre debe ser de manera sustentable. El desarrollo económico que afecta el ecosistema no es un desarrollo genuino y es de corto plazo. Por tanto, mi posición personal en esta materia, y en todas las materias medioambientales, es que tiene que existir una preservación de nuestro patrimonio y personalmente creo que nuestros cielos limpios es un patrimonio del norte chileno, pero también es un patrimonio de todo nuestro país que tenemos que preservar. La candidatura de Jara luego rectificó estos dichos y creo que es positivo que lo haya hecho de esa manera.
En el último debate organizado por Anatel, la candidata Jara dijo que avanzaría en el megaproyecto. Sin embargo, al día siguiente rectificó y señaló —a través de su cuenta de X— que “la decisión será definida con evaluaciones técnicas estrictas que aseguren una distancia adecuada de los observatorios astronómicos, resguardando su funcionamiento y el prestigio de Chile como referente mundial en astronomía”.
—¿Se cometió un error al hablar de “ciertas intentonas golpistas” de María Corina Machado en Venezuela? ¿Comparte esa declaración o difiere, como lo hizo Francisco Vidal?
No quiero ahondar en una polémica y más bien quiero destacar el hecho de que Jeannette Jara ha tenido la capacidad de señalar sin ningún tipo de vacilaciones que lo que hay en Venezuela es una dictadura y en apuntar al fraude electoral que hubo en la última elección. Respecto de lo María Corina Machado, creo que es una polémica en la cual yo prefiero no entrar.
—En materia de migración, ante una interpelación de Kast, Jara aseguró que ella abriría un corredor humanitario. ¿Por qué cree que actualmente no se ha avanzado en eso y se debe esperar a un eventual gobierno de ella?
Yo creo que se han hecho intentos por parte del gobierno de poder avanzar en justamente un corredor humanitario, pero indudablemente eso no depende solo de la voluntad nacional, sino que también de la voluntad de otros países. Las relaciones históricas con países como Bolivia no son las mejores y eso es un dato real. Hemos estado en disputas internacionales en los últimos años, que indudablemente hacen muy compleja la relación y eso está afectando nuestras políticas importantes, como justamente es una política respecto de la expulsión de los inmigrantes de nuestro país. Inclusive, de aquellos que quieren abandonar voluntariamente el país. Entonces, indudablemente, es un desafío que existe por delante y que tiene la complejidad de poder llegar a un acuerdo con los países fronterizos.
—¿Por qué los adherentes de Franco Parisi y Evelyn Matthei deberían inclinarse por Jara?
Respecto de la candidatura de Matthei, cualquier persona que haya estado en el entorno de su candidatura, tiene que tener algún rasgo de masoquismo para sentirse llamado a apoyar la candidatura de Kast.
—¿Por qué?
Porque nosotros lo que vimos durante la campaña fue, en palabras de la propia Evelyn Matthei, una campaña asquerosa en contra de Evelyn Matthei. Recordemos que ella misma señaló que desde el entorno del Partido Republicano se había hecho campañas de difamación, en donde incluso se le estaba atribuyendo enfermedades mentales a ella. Por tanto, evidentemente representan situaciones distintas. En el caso de Parisi, la candidatura de Kast representa todo lo contrario a muchas de las propuestas que tenía Parisi. Él tenía propuestas relativas a defensa de los derechos del consumidor, por ejemplo, propuestas en materia económica que iban al bolsillo de las personas y la candidatura de Kast representaba algo absolutamente contrario, partiendo de la base que su principal asesor (Jorge Quiroz) es una de las personas vinculadas a la colusión de los remedios y los pollos. Por tanto, nosotros creemos que el programa de Jara es uno que pudiese interpretar muchísimo mejor el sentir de los votantes de Parisi.
—¿Cómo se toman el apoyo de Eduardo Frei a José Antonio Kast? ¿Cree que es influyente?
Yo creo que la figura de Eduardo Frei, con el paso de los tiempos, va a ser recordada probablemente solo por su gobierno, que fue un buen gobierno, pero sus posiciones políticas no han sido del todo afortunadas.
La verdad es que sus posiciones son bastante vergonzosas, uno no lo esperaría de un liderazgo que en su momento representó todo lo contrario, pero creo que no mueve la aguja. La figura de Frei es una figura que no es influyente en los chilenos, es una figura que cuando quiso volver a ser presidente, en el mejor escenario de los gobiernos de centroizquierda en Chile (…) se perdió en la elección presidencial y no pudimos derrotar a Piñera justamente por sus propias falencias. Entonces, hoy día no nos preocupa mayormente el respaldo (a Kast). Sí pudiese generar una tristeza ver a un liderazgo que se decía de centroizquierda o de centro, lanzándose a los brazos de la ultraderecha.
—En términos generales, ¿les preocupa que esta elección sea vista por la ciudadanía como un plebiscito al actual gobierno?
Siempre los gobiernos son un factor, pero las elecciones creo que se explican por múltiples factores y poner todo el foco en un solo factor siempre nos va a llevar a un error de análisis de la elección. A mi juicio, el factor más determinante de esta elección está en el 4 de septiembre del 2022.
Evidentemente, los errores que se cometieron han marcado la coyuntura política de estos años. Por tanto, el escenario político está muy marcado por este factor aún y lo que nosotros estamos haciendo hoy día es tratando de revertir un escenario político adverso que se genera a propósito de lo que de lo que sucedió el 4 de septiembre del 2022. Si lo graficáramos esto, pudiésemos decir que hoy día estamos pagando la resaca de la borrachera de Convención Constitucional.
—¿A tres años del triunfo del Rechazo, aún se pagan esos costos políticos?
Yo creo que evidentemente aún estamos pagando los costos políticos porque las fuerzas progresistas en Chile se farrearon la posibilidad histórica de poder generar los cambios importantes que la ciudadanía esperaba. Lo que aconteció en la Convención Constitucional generó desilusión en una parte significativa de la gente que nos apoyaba.
—La elección finalmente se va a ver el domingo, pero ¿cree que hubo tiempo para revertir esta situación? ¿Se ve optimista en el sentido de superar esta “resaca”?
Ha sido un escenario complejo. Desconocer lo que indican las encuestas sería tratar de tapar el sol con un dedo, pero nosotros esperamos que la ciudadanía pueda tomar conciencia de lo que implica para nuestro país un gobierno de ultraderecha y, por tanto, vamos a hacer todos los esfuerzos hasta el último día para poder convencer a la mayor cantidad de chilenos que evidentemente el riesgo de un gobierno de ultraderecha es real.
La interna en el PS y la situación en el Congreso
—El senador Fidel Espinoza se querelló en su contra, cuando lo trató de corrupto. ¿Cómo se convive en la interna del Partido Socialista con este tipo de situaciones?
Yo no voy a polemizar con el senador Fidel Espinoza, creo que no tiene sentido una polémica con él. En segundo término, nosotros hemos realizado acciones efectivas para el combate de la corrupción en nuestro país. Junto a la diputada (Daniella) Cicardini nos hemos enfrentado no solo con opiniones, sino con acciones, en contra de una red de corrupción que se parece mucho a la mafia (…) por tanto, a nosotros no nos amedrentan querellas, no nos amedrenta ningún tipo de amenaza ni declaración al respecto.
—¿No es compleja la convivencia en la interna del Partido Socialista? Considerando este tipo de situaciones.
Yo tengo excelentes relaciones con todos los socialistas. En general me reciben con mucho cariño y en todas partes, ante esta polémica, nos dan nuestro respaldo y evidentemente sabemos nosotros que estamos del lado correcto y haciendo las cosas de manera correcta. En general, en la bancada de diputados socialistas existe siempre muy buen ánimo, el 90% del tiempo de los almuerzos nos estamos riendo y bromeando, en el tiempo libre que no se malentienda, pero siempre tenemos una buena convivencia entre nosotros. Siempre el trato político y las reflexiones son con altura de miras y jamás son atacando en el ámbito personal.
—Respecto al tenso momento que protagonizó con el diputado republicano Cristián Araya, cuando le lanzó un billete, ¿hay algún tipo de arrepentimiento o lo sostiene y cree que debió haber sido algo más severo?
Creo que las situaciones hay que ponerlas en contexto. El diputado Cristián Araya fue descubierto, en una escucha telefónica del OS7, señalando que él estaba entregando antecedentes a una red de corrupción para difamarnos y hacer golpe en la prensa para desprestigiarnos y debilitar nuestra lucha en contra de esta red de corrupción. Lo que yo sostengo no son opiniones, sino que son hechos. Y además, en esa misma escucha telefónica se señala que a él esta red de corrupción lo estaría financiando. El tiempo dirá si fue un acto correcto o no, yo soy una persona muy autocrítica en mi fuero interno, de todos mis actos, pero evidentemente también soy una persona que por sus venas corre sangre y cuando una persona que ha estado en esta característica de manera desvergonzada señala en este punto de prensa que hay una teoría de conspiración en contra de él por parte del diputado Manouchehri, evidentemente fue una reacción que creo que puede haber interpretado el sentir de muchos chilenos, pero la corrección o no de eso es algo que el tiempo dirá si fue conveniente o no. Ahora, algunos han dicho que este tipo de actos desprestigian al Congreso, yo tengo la convicción que lo que desprestigia al Congreso es que parlamentarios estén recibiendo coimas, que estén involucrados en actos de corrupción y que parlamentarios estén enredados con redes oscuras que actúan como la mafia. Creo que eso es lo que finalmente desprestigia al Congreso y aleja a la gente de la política.
—¿No se arrepiente, entonces?
Creo que no es momento de arrepentimiento, nosotros vamos a seguir con la misma convicción enfrentando a estas redes.
—En cuanto a la composición del Congreso, independiente de quien gane la presidencial, ¿cree que podrá haber gobernabilidad? ¿Cómo se llegará a acuerdos después de una campaña tan polarizada?
Sí, tenemos dos problemas en el escenario político. El primer problema es, como bien dice usted, la polarización que existe en nuestro país; y en segundo término, el nivel de fraccionamiento que tiene el Congreso. Nosotros vemos que es un Congreso que es muy difícil el poder conseguir mayorías y esto se va a seguir perpetuando en la próxima gestión. Es muy difícil, además, porque existen muchos grupos pequeños que de alguna manera son relevantes poder conversar con ellos para poder construir la mayoría y muchas veces los intereses de cada uno de esos grupos son contrapuestos. Entonces, eso genera una dificultad para poder construir acuerdos que sean sólidos y estables en el tiempo, pero es la coyuntura que nos está tocando vivir y evidentemente tendremos adecuarnos a ella para poder generar las mayorías necesarias para poder impulsar las políticas que la gente requiere.
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