Una serie de acaloradas discusiones se han vivido en la Cámara de Diputados a menos de 20 días de conmemorarse medio siglo del golpe de Estado. Fuentes de Radio Bío Bío reconocen temor a que las agresiones verbales pasen al plano físico, para lo cual existen drásticas sanciones como la reducción del 50% de la dieta líquida. Además, se ha experimentado una sensación de retroceso respecto a la condena al quebrantamiento de la democracia en 1973.

A tres semanas de conmemorarse los 50 años del golpe de Estado, la Cámara de Diputados atraviesa momentos de tensión entre las distintas bancadas.

El martes pasado, los parlamentarios aprobaron una solicitud del Partido Republicano para leer el proyecto de resolución del 22 de agosto de 1973, el cual declaraba inconstitucional el gobierno de entonces presidente Salvador Allende.

Esta situación desató una serie de discusiones de carácter verbal, que obligaron a suspender la sesión por unos minutos y provocaron la censura de varios diputados involucrados.

Este miércoles la situación no cambió mucho. Primero, la Sala rechazó una iniciativa del Partido Comunista para condenar el acuerdo de 1973 contra Allende. Las miradas se fijaron en la Democracia Cristiana, ya que sus representantes no le prestaron apoyo al proyecto.

Pero la tensión escaló minutos después al votarse otra solicitud, esta vez para reprobar la violencia sexual durante la dictadura de Augusto Pinochet. Si bien se aprobó, hubo 50 congresistas que votaron en contra o se abstuvieron.

Lamentablemente, la protagonista en este caso fue Gloria Naveillan, independiente del Comité Social Cristiano, quien tildó de “leyenda urbana” las vejaciones sistemáticas en contra de mujeres entre 1973 y 1989.

Temor a agresiones físicas en la Cámara

Si bien las reyertas en la Cámara no han pasado de lo verbal, fuentes de Radio Bío Bío en el Congreso reconocen temor a que estas escalen a lo físico.

A propósito de ello, ya se habrían producido conversaciones entre distintos parlamentarios y asesores para ver cómo se detiene esta ola de discusiones.

Cabe recordar que antes de que Vlado Mirosevic (PL) dejara la presidencia de la Cámara, se aprobó un nuevo reglamento que incluye drásticas sanciones para quienes incurran en altercados violentos.

El castigo más duro es por agresiones físicas, el cual contempla una reducción del 50% de la dieta líquida, además de la prohibición para representar a la corporación en actos de carácter nacional o internacional.

Uno de los casos que suscitó esta medida fue el del diputado Gonzalo de la Carrera, independiente, quien golpeó en el rostro al entonces vicepresidente de la Cámara el 30 de agosto del año pasado.

Un retroceso en la condena al golpe de Estado

Además de la alarma por la posibilidad de pasar a los golpes, en el Congreso existe una sensación de retroceso respecto a la condena hacia el golpe de Estado y la posterior dictadura.

En 2004, el entonces comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, publicó un documento con un explícito “nunca más” a los hechos hechos ocurridos tras el quebrantamiento de la democracia en 1973.

Nueve años más tarde, en 2013, el entonces presidente Sebastián Piñera aseguró que hubo “cómplices pasivos” de la dictadura en el ámbito civil.

Sin embargo, cuando restan menos de 20 días para cumplirse medio siglo del golpe de Estado, no son pocas las voces que han reivindicado el bombardeo a La Moneda.

Por ejemplo, el diputado Jorge Alessandri (UDI) justificó la toma del poder por parte de Pinochet, asegurando que “el gobierno de Allende se estaba saltando la Constitución”.

Con todo, la Cámara ya aprobó un homenaje al expresidente socialista al inicio de la sesión del próximo 11 de septiembre, donde cada bancada podrá utilizar hasta cinco minutos para referirse a su figura.