Una polémica se originó con la decisión de Corfo de adjudicar la gestión y desarrollo del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), el mayor centro de Investigación y Desarrollo (I+D) y que estará ubicado en la región de Antofagasta, al consorcio norteamericano AUI (Associated Universities Inc).

Este proyecto se trata de una inversión de US$193 millones por parte del organismo estatal,
siendo la mayor inversión de I+D en la historia el país, para el cual hubo al menos cuatro propuestas de adjudicación, pero que finalmente quedó adjudicado a AUI, el cual está compuesto de 9 prestigiosas universidades estadounidenses, entre las que se encuentra la Universidad de Harvard, MIT, Columbia, Princeton, Cornell, Pensilvania, Princeton, John Hopkins, Rochester y Yale.

Además de las universidades estadounidenses, también hay instituciones de educación superior chilenas involucradas en AUI, como el caso de tres centros privados: Universidad Autónoma, Universidad del Desarrollo y Universidad San Sebastián.

Desde Corfo han destacado que la iniciativa busca que el aporte de este Instituto sea de largo plazo para el país y que su desarrollo sea sostenible en el tiempo. Por lo mismo, en los próximos 10 años considera una inversión total de US$ 265 millones, en donde el aporte por contratos de SQM será del 54%, mientras que el de AUI será de 46%.

Entre estas contribuciones también se cuentan las de empresas como Colbún, Enel, AES Gener, Enaex, entre otras. Después de ese período, el costo total del ITL será de cargo del propio instituto.

Polémica

Una situación que causó molestia en sectores de la oposición, pues la senadora de la Democracia Cristiana (DC), Yasna Provoste, acusó un conflicto de interés en la adjudicación, aduciendo que autoridades del Gobierno están vinculados con las universidad chilenas que forman parte de AUI.

“La decisión que toma esta administración, lo hace con algo que lamentablemente ha sido una constante y que es el conflicto de interés instalado y reflejado en esta adjudicación con tres universidades chilenas que tienen –además- una vinculación directa con uno de los partidos de la coalición gobernante. Esa es la realidad”, enfatizó Provoste.

En la misma línea, la senadora indicó que presentó un requerimiento a Contraloría por esta decisión, pues a su juicio este organismo también fue ignorado por Corfo en el proceso de adjudicación, pues las bases del concurso no fueron a la toma de razón.

“Frente a las opacas circunstancias que rodean la adjudicación del ITL de la Corfo, hemos decidido recurrir al organismo Contralor para que pueda verificar si se ha cumplido cabalmente cada una de las etapas, pero además evaluar si se justifica que la Corfo haya bypaseado a la Contraloría, toda vez que las bases de este concurso no fueron a toma de razón”, esgrimió.

Universidades chilenas

La decisión de Corfo también causó molestia en las universidades chilenas, especialmente en la Universidad de Antofagasta y la Universidad Católica del Norte (UCN), que junto a la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), habían presentado una propuesta para adjudicarse la gestión del ITL.

“Desplazar fuera de nuestras fronteras el protagonismo en estos temas es un error estratégico
que tendría un grave costo para los planes de encaminar a nuestro país en la senda del desarrollo sostenible y en el mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos”, señalaron en un comunicado.

“Por esta razón, no compartimos la decisión de Corfo y tampoco comprendemos cómo argumentos tan importantes no fueron considerados en el proceso de adjudicación, independientemente de los indicadores, montos y otros antecedentes presentados por los consorcios participantes”, agregaron.

Desde la Universidad de Chile, el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Francisco Martínez, acusó que el gobierno no confía en las instituciones de educación superior chilenas.

“Esta frustrante noticia se recibe como un mensaje claro del Gobierno a su país: que no confía en sus instituciones, ni en sus universidades, ni en sus empresas innovadoras, ni en las capacidades de sus profesionales. Que no cree en el manoseado discurso de transformar nuestra producción extractiva de recursos en una moderna basada en la innovación nacional”, comentó.