La Corte Suprema rechazó la solicitud de extradición a Estados Unidos del empresario Carlos Cardoen, acusado de vender ilegalmente armamento al régimen de Sadam Husein en la década de los 80′ en Irak.

En fallo unánime, la Segunda Sala del máximo tribunal estableció que no se cumplen con los requisitos para autorizar la extradición, por lo que desestimaron su ejecución.

“El Tratado suscrito entre Chile y Estados Unidos, conforme lo dispuesto en su artículo VII, establece que la extradición no será procedente cuando la prescripción haya operado con arreglo a la legislación del país requerido, esto es, en conformidad a nuestra legislación”, sostiene el fallo.

La decisión de la Suprema ratifica la tomada por el ministro Carlos Aránguiz en marzo pasado, que también descartó la extradición del empresario.

El Departamento de Estado de EEUU acusa a Cardoen de vender circonio de forma ilegal a Irak, material que era utilizado para la fabricación de bombas racimo, durante los conflictos bélicos de la época, como la guerra contra Irán o la Guerra del Golfo.

Por eso, las autoridades norteamericanas abrieron en 1993 una causa en su contra, donde se le acusa de haber exportado de manera ilegal 130 toneladas de circonio desde Estados Unidos para fabricar y vender bombas de racimo a Irak, entre 1982 y 1989.

Esto le habría significado ganancias cercanas a los US$150 millones.

Según la versión entregada por Cardoen, su empresa vendió bombas racimo a Irak con la anuencia y conocimiento de la autoridad norteamericana, pues en ese momento el régime de Sadam Husein era su aliado en la guerra contra Irán.

Luego, tras la invasión a Kuwait comenzó la guerra del Golfo y entonces Irak se convirtió en su enemigo y en ese momento se inició una persecución en su contra.

Cardoen además habría vendido armamento a diferentes países en aquellos años, principalmente naciones del denominado Tercer Mundo.