Tras una semana cargada de críticas transversales, finalmente este lunes se concretó la salida del superintendente de Salud, Ignacio García-Huidobro.

Lo anterior, en relación con el manejo que tuvo la autoridad en la polémica alza de las isapres que se dio a conocer el lunes pasado. Esto desató la indignación de la ciudadanía y también en el Ejecutivo.

La polémica se acrecentó tras conocerse que la Superintendencia de Salud postergó en 2 años la rebaja automática de planes de isapres para quienes pasen a tramos menos riesgosos, en contraposición con la postura del Gobierno en esta materia.

Luego la entidad dio pie atrás y recortó este plazo para dejarlo en 12 meses.

García-Huidobro, cercano a la centro derecha, había llegado al cargo en octubre de 2018 elegido por el Presidente luego de un concurso de Alta Dirección Pública.

“El superintendente de Salud ha presentado su renuncia, el presidente, Sebastián Piñera, se la ha aceptado (…) la subrogancia se proceden, como lo señala la ley, al interior de la misma Superintendencia”, comentó la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez.

De acuerdo a lo detallado por la portavoz de La Moneda, el médico cirujano de la Pontificia Universidad Católica de Chile había presentado su renuncia este domingo.

Parlamentarios valoran salida

Tras conocerse la noticia, el diputado, Gabriel Silber, de la Democracia Cristiana (DC) valoró la salida de García-Huidobro.

“En sus acciones acreditó deliberadamente actuar con la camiseta de las isapres y no, efectivamente, de los usuarios o cotizantes (…) espero que el nuevo superintendente cumpla con los estándares de defender ante todo los derechos de los pacientes”, apuntó.

En esa misma línea, el diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI) e integrante de la Comisión de Salud de la Cámara, Sergio Gahona, calificó la renuncia como “un buen gesto, una buena señal”.

“No estaba en línea con nada de lo que como país estamos tratando de construir (…) terminar con los abusos de las isapres y poder, efectivamente, poder tener mejores condiciones para todos los usuarios de los seguros privados de salud”, detalló el legislador oficialista.

Por su parte, el diputado de Revolución Democrática, también integrante de la Comisión de Salud, Diego Ibáñez, aseguró que la salida de la autoridad de la Superintendencia no cambia nada.

“La crisis se acaba con una política pública que ponga en el centro los hospitales, la deuda hospitalaria y nuestros adultos mayores”, manifestó el parlamentario, agregando que se necesita un cambio de paradigma de cómo se entiende la salud como Derecho Humano.

Mientras, el presidente del Senado, Jaime Quintana, aseguró que además de buscar una nueva persona para que dirija a entidad fiscalizadora de Salud, se necesita un cambio de relato del Ejecutivo.

“El superintendente yo entiendo que no se mandaba solo y por eso finalmente lo saca el Gobierno. Aquí lo que hay que construir por parte del Ejecutivo es un mejor relato en un tema tan delicado, tan sensible para un 20% de los chilenos que tiene isapre”, comentó Quintana.

En el primer gobierno de Piñera el ahora ex superintendente de Salud se desempeñó como director del Hospital Dr. Sótero del Río en la capital.