Esta jornada arrancó la cumbre de obispos en el Vaticano que analiza los abusos sexuales y la protección a menores de edad en la institución.

En la apertura, el papa Francisco llamó a escuchar el llanto de los menores e instó a realizar acciones concretas y eficaces contra estos delitos.

El pontífice entregó esta jornada, a cerca de 200 religiosos, una guía con acciones concretas para combatir la pederastia, aunque no hay recomendaciones muy distintas a las que ya se aplican o las que ya se han recomendado.

Entre ellas está la creación de una especie de documento donde se especifiquen pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso. Tener estructuras de escucha para las víctimas, informar los hechos a autoridades civiles y eclesiásticas de acuerdo con las normas vigentes; acompañar, proteger y atender a las víctimas, elevar la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años, entre otros.

En su alocución, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, en tanto, hizo énfasis en la relevancia de incluir más a las víctimas en los procesos de investigación, y en la facultad de los denunciantes de también acusar daños y perjuicios.

En Chile, el escepticismo de las víctimas y las pocas expectativas se mantienen. Jaime Concha, sobreviviente del caso Maristas, cree que esto es una puesta en escena del Papa sin nada nuevo.

En entrevista con Radio Bío Bío, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, detalló que los obispos si cumplieron el mandato del Papa de reunirse con víctimas.

En el caso de Fernando Ramos, quien fue al Vaticano, lo hizo con 6 denunciantes tras la petición del Papa.

Coiro además abordó las palabras de Juan Carlos Cruz, quien ayer tildó de escorias a algunos religiosos en Chile.

El encuentro se extiende hasta el domingo, donde se darán a conocer las conclusiones y las recomendaciones completas que entregó el Papa.