El 23 de enero pasado, el poeta Nicanor Parra dejó de existir con más de cien años en el cuerpo, o en sus palabras antipoéticas, paró la chala o se fue para el otro lado. Y poco antes de fallecer le dejó escrito a su hija Colombina, la mayor: “Atención importante: Ojo con la comercialización del escándalo”.

Lo que en ese momento el vate no podía prever, es que su advertencia se convertiría en una realidad, porque desde ese momento comenzaría una guerra judicial sin cuartel por su herencia, nada menos que entre sus seis hijos.

Uno de los últimos episodios ocurrió el pasado 17 de octubre a las 14.30 en Las Cruces, cuando el notario público Jenson Kriman, mandatado por el Segundo Juzgado de Letras de San Antonio, se apersonó en la casa del autor de “Sermones y prédicas del Cristo de Elqui” y procedió a poner sellos para que nadie pueda acceder ella, ni menos apropiarse de los bienes muebles de su interior.

resparra1
(Resolución del notario en la puerta de la casa de Nicanor Parra)

La decisión dictada por el Vigésimo Tribunal Civil de Santiago, es una de las muchas acciones judiciales cruzadas entre los herederos del Premio Cervantes.

De acuerdo a los documentos a los que accedió Radio Bío Bío, la decisión se funda en una demanda ingresada por María Catalina y Alberto Parra, hijos del vate, donde aseguran que el poeta, al momento de firmar su testamento el 4 de septiembre de 2017, “no se encontraba con facultades mentales suficientes”.

Básicamente, el litigio judicial que se desarrolla en al menos cuatro juzgados distintos, busca revocar la decisión adoptada por el propio Nicanor, de entregarle como albacea y administradora del 58,3 % del total de la herencia a Colombina Parra, su hija mayor.

Lea el testamento de Parra

Parte de las acusaciones en contra de Colombina apuntan a que, pese al tiempo transcurrido, no ha hecho un inventario de los bienes, por lo que a su juicio no “existe seguridad alguna respecto a la integridad de los mismos”.

No es lo único, Alberto y Catalina mantienen otra acción legal ante el 26 Juzgado Civil de Santiago, para que Colombina abandone la casa ubicada en La Reina, donde reside con su familia. Al respecto, aseguran que si continúa en el lugar, los herederos no podrán “percibir los frutos” económicos de la propiedad, de llegar a venderse.

Lea la demanda completa

Y si de descalificaciones de se trata, Catalina Parra, dio un duro golpe a sus hermanos en le Revista Ya de El Mercurio en enero pasado acusándolos de haber vivido siempre gracias a los frutos de Nicanor: “Son hippies y punk y rockers y toda esa cosa anti-establishment. Son anti el trabajo de nueve a cinco”.

Como sea, el hecho es que la casa del antipoeta en Las Cruces, que se ubica entre la tumba de Vicente Huidobro en Cartagena y la que fuera residencia de Pablo Neruda, en Isla Negra, esta sellada.

Y el notario que realizó la diligencia dejó por escrito una advertencia clara y explícita pegada en la puerta de entrada: “La rotura de sellos será castigada con las penas establecidas en los artículos 270 y siguientes del Código Penal”. De antipoesía, nada.

Vea las fotos de la casa de Las Cruces de Nicanor Parra

casa

casa2