Marcela Paz Gabler, chilena de 50 años, debió pasar tres días presa tras ser detenida durante una jornada de paro nacional de Venezuela.

La mujer, que se bajó de su vehículo para ayudar a un grupo de jóvenes, no se imaginó que terminaría detenida e incomunicada de su familia.

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Gabler en entrevista con El Mercurio señaló que en el momento que se le acercó la policÍa “me pusieron unas amarras como si fuesen esposas, que me dejaron las muñecas moradas, marcadas. Yo más bien decía que era chilena, que tenía lupus, que como hacían eso. En ningún momento los agredí. Se me fueron encima unos seis, y armados”.

Asimismo relató que tras ser detenida pidió que le dijeran el motivo de la detención, pero no le entregaron ningún detalle y agrega que “pedí prestada una llamada y le avisé a mi hermana”.

Respecto a su paso por el comando central de la Guardia Nacional relató que “éramos seis mujeres y unos 50 hombres, casi todos jóvenes”.

En la misma línea agrega que durante su detención dormía en una silla y comía lo que enviaba una ONG, ademas de que durante esos días no pudo comunicarse con su familia.

La mujer agrega que “yo estaba pálida, me descompensé y me subió la presión. Como soy chilena llamaron a un médico. Tenía una crisis hipertensiva, el médico extendió un informe, se lo llevaron al juez y el juez me dejó en libertad”

Gabler llegó a Venezuela cuando tenía 12 años en compañía de su familia que arrancaba de la dictadura chilena, pese a esto, señala que “por lo que recuerdo, esto está peor que la dictadura de Pinochet”.