Las lesiones del cuello uterino son dolencias complicadas de llevar para las mujeres, ya que este órgano tiene una composición que lo hace ser muy delicado, y a la vez debe cumplir funciones fundamentales en su vida sexual.

Este órgano se ubica en la parte central del aparato reproductivo femenino, entre la vagina y el útero. Está compuesto de tejido fibromuscular y tiene dos partes importantes, aquella superficial que se observa en los exámenes médicos y una especie de ‘túnel’ que la une con el útero.

Esta zona cumple además con la función de controlar el proceso de gestión del feto durante el embarazo e incide sobre la ovulación y la menstruación.

Durante las relaciones sexuales es un órgano muy importante, ya que cuando la mujer se excita su tamaño se agranda, volviéndose más alto y suave. Junto con la vagina se expanden en un 200%.

Imagen | Salud180
Imagen | Salud180

Los problemas de lesiones en esta zona aparecen cuando la mujer no está totalmente excitada y es penetrada por el hombre durante el coito. El daño se produce porque ni la vagina ni el cuello uterino se han expandido lo suficiente.

Según explica el sitio estadounidense de salud femenina, Ravishly, cuando esta parte íntima de la mujer sufre una herida, “sentirán calambres durante y después del coito, sangramiento y excesiva sensibilidad en la parte inferior del abdomen durante 48 horas después de la relación sexual”.

Cabe señalar que este problema es más común en mujeres que tienen un útero con orientación hacia el coxis. “Esto significa que el cuello del útero está apuntando hacia arriba durante el acto sexual y que probablemente esté haciendo un pequeño golpe”, detalló el sitio.

Cómo prevenir esta lesión

La ginecóloga Catherine Hansen explicó al medio estadounidense lo siguiente: “El juego previo de larga duración (20 minutos) es la clave número uno para evitar los moretones cervicales, ya que hace que el cuerpo despierte. Si alguien no está excitado, es posible que no tenga mucha lubricación natural, lo que puede contribuir a que se produzcan otras lesiones sexuales”.

La doctora Hansen sostuvo que el juego de posiciones sexuales también es importante para prevenir lesiones, debido a que existen algunas donde pene y vagina conectan de mejor forma que otras.

Pixabay (CCO) Pexels
Pixabay (CCO) Pexels

“Estar arriba es una gran manera de controlar tus movimientos y evitar cualquier lesión adicional. La posición ‘cuchara’ es otra gran forma donde ambos socios están acostados de lado. El misionero con las piernas envueltas alrededor de las piernas del compañero también es efectivo”, indicó.

Hacer el amor por la mañana también es una buena opción, según la doctora, ya que vagina y cuello uterino están más dispuestos que en horas de la tarde.

Cabe señalar que el dolor no debería extenderse más allá de 2 días después de la última relación sexual.

En este sentido, los tratamientos para eliminar esta dolencia son muy sencillos de aplicar. El sitio norteamericano Health Research Funding sostiene que la primera medida es “abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que los síntomas sean mejores”.

“Los medicamentos de venta libre (ibuprofeno y paracetamol) pueden ayudar a controlar cualquier dolor que acompañe a la lesión”, agregó.

Los problemas más complejos aparecen cuando a la lesión se le agrega sangrado vaginal. Si se dan estas condiciones,la mujer deberá consultar con su ginecólogo por un tratamiento que involucre medicamentos más fuertes.

La recomendación final del sitio es que, por lo menos una vez al año, las mujeres activas sexualmente se hagan chequeos en su zona genital para tener certeza respecto a su salud.