El Consejo del Atlántico Norte, máximo órgano de decisión de la OTAN, lanzó hoy un llamamiento a todos los Estados, incluida China, para que actúen con responsabilidad en el ciberespacio.

Esto, tras las acusaciones de varios países aliados contra el país asiático en un hackeo global a Microsoft.

La OTAN se sumó así a Estados Unidos y a otros países aliados, así como a la Unión Europea, en señalar a China por estar detrás del ciberataque global del pasado marzo contra Microsoft.

“Hacemos un llamamiento a todos los Estados, incluida China, para que respeten sus compromisos y obligaciones internacionales. Actúen con responsabilidad en el ciberespacio”, dijeron los integrantes de la OTAN.

Microsoft ya acusó a piratas informáticos apoyados por Pekín de haber accedido ilegalmente a cuentas de correo electrónico.

Ni la UE, la OTAN o EEUU habían aún señalado a China porque estaban esperando a tener más información sobre el ciberataque.

El ciberataque contra Microsoft afectó a hasta 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo, entre ellos la Autoridad Bancaria Europea, el Parlamento noruego Parlamento y la Comisión del Mercado Financiero de Chile.

Amenazas cibernéticas

El Consejo del Atlántico Norte manifestó su preocupación por las “complejas, destructivas y cada vez más frecuentes” amenazas cibernéticas.

Además, mostró la disposición de la OTAN a emplear todas sus “capacidades” para contrarrestarlas “activamente”.

Esta declaración se produce después de una investigación que apuntó a que varios Estados usaron el software espía Pegasus. Este lo creó la empresa israelí NSO Group, para infiltrar teléfonos móviles de periodistas y políticos opositores.

En una declaración en “solidaridad” con los afectados, incluido Microsoft, el Consejo manifestó “con creciente preocupación que las amenazas cibernéticas a la seguridad de la Alianza son complejas, destructivas, coercitivas y cada vez más frecuentes”.

Esas amenazas han quedado patentes recientemente por los incidentes de “ransomware” y otras actividades cibernéticas maliciosas. Están “dirigidas a nuestra infraestructura crítica e instituciones democráticas. Esto, así como la explotación de las debilidades en las cadenas de suministro de hardware y software”, señaló la Alianza.

Por ello, la OTAN condenó estas actividades “diseñadas para desestabilizar y dañar la seguridad euroatlántica y perturbar la vida cotidiana de nuestros ciudadanos”.

“Actividades cibernéticas maliciosas”

Por esas razones, el Consejo del Atlántico Norte advirtió de que utilizará la OTAN como plataforma de consultas políticas.

Lo anterior, para compartir las preocupaciones sobre las actividades cibernéticas maliciosas.

En base a su mandato defensivo, la OTAN está “decidida a emplear toda la gama de capacidades, según corresponda. Esto para disuadir, defender y contrarrestar activamente todo el espectro de ciberamenazas”.

La OTAN seguirá adaptándose a la evolución del panorama de las ciberamenazas, en el que intervienen. “Tanto actores estatales como no estatales, incluidos los patrocinados por el Estado”, señaló.

“Estas actividades cibernéticas maliciosas socavan la seguridad, la confianza y la estabilidad en el ciberespacio”, alertó el Consejo del Atlántico Norte, que instó a los miembros de la Alianza y a los socios afines a promover “un ciberespacio libre, abierto, pacífico y seguro”.

“Todos los Estados tienen un importante papel que desempeñar en la promoción y el mantenimiento de estas normas voluntarias de comportamiento estatal responsable”, concluyó.