Un hombre murió en Gaza luego que el paracaídas acoplado a una carga de ayuda humanitaria arrojada desde el aire sufriera problemas.
Según detallaron fuentes del Hospital de los Mártires de Al Aqsa, la víctima fue identificada como Adi Nahed al Quran, un enfermero que trabajaba en el recinto médico y que murió tras ser impactado por la ayuda en la ciudad de Al Zawaida.
De acuerdo a Europa Press, el incidente ocurrió durante este lunes, sumándose así a otros casos similares en los que civiles han perdido la vida tras el lanzamiento de ayuda aérea en medio de los bloqueos impuestos por Israel.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), ha mostrado sus reparos respecto a este tipo de lanzamientos, afirmando no sólo que son peligrosos sino que también son ineficientes.
“Son costosos, ineficientes e incluso pueden matar a civiles hambrientos”, indicó, añadiendo que si es que existe voluntad política para permitir los lanzamientos aéreos, “debería haber una voluntad política similar para abrir los cruces de carreteras”.
“La UNRWA, la mayor agencia de la ONU sobre el terreno, tiene 6.000 camiones cargados de ayuda varados en las afueras de Gaza esperando luz verde para entrar”, escribió en sus redes sociales.
El Ejército israelí aseguró este lunes que unos 120 palets de comida de Israel, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Egipto, Alemania, Bélgica y de Canadá, por primera vez, se lanzaron desde el aire a Gaza.
“En las últimas horas, seis países, incluido Canadá, que se unió hoy por primera vez a las operaciones de lanzamiento, lanzaron desde el aire 120 paquetes de ayuda con alimentos para los residentes de la Franja de Gaza”, asevera el comunicado castrense.
Israel reanudó el lanzamiento de ayuda por el aire el sábado en medio de acusaciones de diversas organizaciones de estar “matando de hambre” a los gazatíes por las restricciones que sigue imponiendo a la entrada de camiones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consigna que solo durante el mes de julio al menos 63 personas, 24 de ellas menores de cinco años, han muerto por inanición.