Los observadores internacionales indicaron también que, aunque la Comisión Electoral ha gestionado bien el proceso electoral, se han registrado problemas en la comunicación de los resultados y hay dudas sobre la independencia de ese órgano.

La misión de observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) señaló hoy que las elecciones celebradas el domingo en Turquía estuvieron marcadas por la vulneración de algunos derechos y por las ventajas de que disfrutaron los candidatos gubernamentales.

“Los votantes han tenido opciones entre genuinas alternativas políticas. Pese a esto, los candidatos gubernamentales o a la reelección han disfrutado de ventajas no justificadas. Esto, incluida la cobertura sesgada de los medios de comunicación”, señaló Michael Georg Link, responsable de la misión.

Link indicó que, en general, las elecciones fueron “competitivas pero limitadas”.

Lo anterior, debido a que la “criminalización de algunas fuerzas políticas impidió el pleno pluralismo político y obstaculizó el derecho de las personas a presentarse a las elecciones”.

En ese sentido, señaló que las restricciones de derechos fundamentales, como los de reunión, asociación y expresión, han limitado la participación de algunos partidos políticos o candidatos.

Link se refirió así al proceso de ilegalización abierto contra el partido progresista y prokurdo HDP, y al alcalde de Estambul, el socialdemócrata Ekrem Imamoglu. Se trata de un nombre inhabilitado en primera instancia judicial para ejercer cargos públicos.

“La campaña en sí fue competitiva y en gran medida libre para la mayoría de los contendientes, pero se caracterizó por una intensa polarización. Se vio empañada por una retórica dura, casos de uso indebido de recursos administrativos. La presión e intimidación a la que se enfrentó un partido de la oposición”, señaló Link.

Desigualdad y vulneración de derechos en las elecciones de Turquía

En este sentido, Frank Schwabe, miembro de la delegación de la OSCE, confirmó que en algunos colegios electorales se habían pedido recuentos reiterativos de los votos ya contados “aunque el resultado estaba clarísimo”.

Esto ocurrió tal y como denunció anoche la oposición, pero le restó importancia.

Lo anterior, recordando que el recuento en sí es un derecho y finalmente no ha afectado a los resultados, aunque sí pudo dar la impresión de utilizarse para retrasar su difusión.

La senadora nerlandesa Farah Karimi criticó la falta de medidas para facilitar que cientos de personas desplazadas de regiones afectadas por terremotos pudieran volver a los municipios donde están censados para votar.

Se trató de una situación que hizo que la tasa de participación en estas regiones fuera algunos puntos inferior a la media del país.

Destacó que aunque estos votantes no tuvieron obstáculos legales para votar, sí “tuvieron que hacer una inversión importante en dinero, tiempo y carga emocional” y recomendó que en la segunda vuelta se les facilitara este proceso.

Entre los puntos positivos, Link destacó que a diferencia de elecciones anteriores, el transporte y recuento del voto del extranjero fueron positivos.

Esto, ya que estuvo en todo momento acompañado por representantes de la oposición y no hay señales de que estas papeletas pudieran manipularse.

En conjunto, los comicios estuvieron marcados por una competición política real y efectiva, pero en un campo de juego desigual, resume el comunicado de la OSCE.