"Activistas fanáticos palestinos aprovechan los argumentos, o mejor dicho, la sensibilidad de la población chilena a los derechos humanos y vienen con acusaciones falsas que no tiene nada que ver con derechos humanos verdaderos", cuestionó el embajador israelí en Chile, Gil Artzyeli, tras el impasse diplomático sufrido con el goiberno de Chile.
El pasado jueves, ocurrió un impasse inédito en la historia diplomática chileno-israelí, luego de que el presidente Gabriel Boric decidiera a último momento no recibir las credenciales del embajador Gil Artzyeli. El argumento fue, en su momento, la muerte de un joven palestino a manos de tropas de Israel.
Tras dicho suceso, el gobierno chileno se disculpó con el Estado hebreo y se reagendó la cita para el próximo viernes 30 de septiembre, con ambas partes esperando dar por superado el complejo episodio.
En este contexto, en conversación con Radio Bío Bío, el diplomático afirmó que “activistas fanáticos palestinos aprovechan los argumentos, o mejor dicho, la sensibilidad de la población chilena a los derechos humanos y vienen con acusaciones falsas que no tiene nada que ver con derechos humanos verdaderos”.
Nibaldo Mosciatti: ¿Cuál fue su primera impresión cuando le dijeron que no podía participar de la ceremonia? ¿Qué fue lo primero que sintió? ¿Creyó que se habían equivocado?
Un shock. Pregunté de qué se trata, y vinieron con un cuento que no estaba basada en los hechos. Hablaban de un sitio (Gaza), fue el otro (Cisjordania). Hablaba de un niño…
Estamos hablando de cuando el argumento que se usa es la muerte, ese mismo día, de un joven palestino.
Si, pero hablaban de un niño, y resulta que fue un joven armado, un terrorista de un grupo bien conocido allá, que en el mismo día también mataron a un israelí de la misma edad. Bar Falah se llamaba.
Esta fue una excusa lamentable porque hasta si hay cuestionamiento, la idea en la diplomacia es negociar, hablar y presentar su posición y no negar de una forma, de verdad, inédito. Espero que una vez entregado las cartas credenciales vamos a aumentar e intensificar el diálogo entre Chile e Israel.
Y por lo tanto está preparado para que, por ejemplo, el presidente Boric critique o exprese críticas a la política israelí, por ejemplo, en los territorios palestinos, porque él en ese sentido ha sido muy claro.
No hay país perfecto, ni el mío, y cada país se puede criticar. Hay cosas que hacen bien y hay cosas que hacen mal, ninguno está exento. Pero desde una crítica legítima a Israel o a cualquier otro país, hasta la incitación, hasta la demonización hay una larga distancia.
¿Y a qué me refiero? Por ejemplo, acusar a Israel de apartheid, de genocidio, son acusaciones completamente falsas que no están basados en nada. En Sudáfrica del apartheid un hombre, una mujer de color no podían sentarse en una una banca en la calle o en la plaza. Los árabes de Israel no solo están en la banca, en la plaza y en la calle, sino también en la Corte Suprema de Justicia como jueces, en el Parlamento, en los hospitales como médicos, como enfermeras o enfermeros, de todo los árabes.
Israel está compuesto de 9 millones y medio de habitantes, de los cuales más de 2 millones son árabes-israelíes, ciudadanos 100% que gozan de todos los derechos. Entonces, hablar de la paz y de un país en el cual la minoría de 20% de árabes goza de todos los derechos, es una mentira.
Ahora los activistas fanáticos palestinos aprovechan los argumentos, o mejor dicho, la sensibilidad de la población chilena a los derechos humanos y vienen con acusaciones falsas que no tiene nada que ver con derechos humanos verdaderos.
Otra acusación contra Israel es el genocidio. Genocidio es matar a un pueblo. Ahora estamos en una zona de conflicto en el cual mueren israelíes y mueren palestinos. Cada palestino que muere es un desastre y cada israelí que muere es un desastre. Es una tragedia humana en el marco de un conflicto territorial en el cual los palestinos -y esto se ha demostrado en los últimos 100 años- no es que sólo quieren tener un estado, sino que quieren aniquilar a Israel.
Este es el fin por el que rechazaron la decisión de la partición de la ONU en 1947, y por éste rechazaron todas las propuestas de (Bill) Clinton y de Barack (Obama). Había una situación interminable en que nunca traían otra propuesta. Y acudieron a la guerra armada, a atacar a Israel con el propósito de matar israelíes, o judíos más bien, porque no quieren matar árabes israelíes. Y en esto estamos.
Pero las acusaciones de apartheid y de genocidio son falsas, una mentira, no están basadas en la realidad. De hecho, países que valoran de verdad los derechos humanos, democracias como países de Europa, como Chile, y otros, no tienen que someterse a estas mentiras. Si quieren criticar a Israel, traigan los hechos, los puntos y podemos conversar. Pero decir apartheid o genocidio, es falso, mentira, no tiene ninguna base en el terreno.
¿Comparte lo que dijeron algunos que lo que hizo el Ejecutivo chileno es una expresión de antisemitismo?
Lo que pasa es que en los últimos años estos activistas fanáticos sembraron semillas de mentiras para generar odio hacia Israel. No estoy hablando de una crítica legítima, sino de acusaciones falsas de genocidio y también de matar niños. Este lema.
Esto del judío matando niños va a la época medieval en Europa, en que se creía que el judío mata niños como algo algo religioso. El resultado fue una matanza a larga escala de judíos en Europa, y también su expulsión. Ahora no hay que llegar hasta allá para para detenerlo.
¿Cree usted que hay antisemitismo en Chile?
Si, hay antisemitismo en Chile. Sí lo hay, y si hay que enfrentarlo. Por ejemplo, ponen a Israel a otro standard que otros países. En Siria han muerto en los últimos años, medio millón de sirios matado por sirios mismos, y hay como 200 conflictos armados en el mundo. 199 no son muy importantes, pero el único caso donde Israel está involucrado sí recibe toda la crítica y todos los gritos.
Entonces, la crítica hacia Israel es algo legítimo como cualquier otro país, pero llegar a mentiras e incitación y odio y esto de matar al niño… hasta el día de la mañana de mi supuesta entrega de cartas hablan de que el judío mató a un niño, que no fue niño como he dicho. Fue un adolescente armado.
Ahora, la Comunidad Palestina de Chile valoró que el presidente Boric se negara a recibir sus cartas.
Sí.
Es una comunidad muy importante la palestina en Chile.
Sí, hay activistas fanáticos, una minoría, porque estoy seguro que no toda la comunidad palestina en Santiago está apoyando estas mentiras. Hay mucha gente decente que lleva relaciones muy cordiales y muy buenas con la comunidad judía. Antes fue mejor, pero en la última década o dos décadas llegó una polarización que está en contraste completo a lo que está sucediendo en Medio Oriente.
Ahora estamos en una época de paz. El mismo día de mi entrega de las cartas estaba en Jerusalén el líder de los Emiratos Árabes en unas reuniones por los dos años de los Acuerdos de Paz, en las cuales firmamos más acuerdos. Israel hoy en día está en paz con Egipto ya 43 años, con Jordania 28 años, con los Emiratos, con Bahrein, con Marruecos.
El Nuevo Oriente está en otro capítulo, en otro mundo de paz y de trabajar juntos para enfrentar los desafíos del siglo XXI en tecnología, en trabajo para jóvenes, en alimentación, en agua. Hay muchos desafíos y aquí en Chile el odio y la polarización es al extremo.
Digo una cosa más: creo que el mensaje o el apoyo que recibió el Presidente de Chile de parte de Hamás… creo que el presidente de Chile no merece recibir estos elogios del Hamás. O sea, no es un elogio. Hamás es un grupo terrorista conocido como tal por Australia, por Canadá, por la Unión Europea, por Estados Unidos, y si ellos apoyan algo, entonces hay que pensar ‘Oye, quizás si me elogian, quizás no he hecho algo tan bueno’.
¿La comunidad judía en Chile se siente segura, en el contexto de polarización que usted menciona?
Hay sentimientos de inseguridad. No todo el tiempo, no toda la gente, pero hay preocupaciones cuando hay repetidos incidentes negativos.
¿Y eso cómo se resuelve?
A través de un diálogo, a través de llevar el espíritu de paz que rige en el Medio Oriente. La idea es importar del Medio Oriente las soluciones y no los problemas, el espíritu de diálogo y de cooperación entre los países.
Hamás es un grupo terrorista que en su carta principal dice que su propósito es aniquilar a Israel. ¿Cómo? a través de matar a todos los judíos, y está financiado por Irán, un país miembro de la ONU que está dedicado, comprometido por la aniquilación de Israel.
Este es Irán, este es Hamás, este es Hezbolá del Líbano. Al frente de este eje del mal está Israel con sus aliados del Occidente y también en el mismo Medio Oriente. Repito, estos países estamos en otro mundo. Por ejemplo Turquía, un país que también le importa mucho a los palestinos, y ayer el primer ministro (Yair) Lapid se reunió con con el líder (turco Recep Tayyip) Erdogan, en Nueva York.
Tenemos embajadores en los dos, hay una cooperación intensa en tantos ámbitos. Hoy en día la los desafíos del siglo XXI son tales que hay que tener cooperación entre los países. Y con toda la humildad puedo decir que Israel tiene mucho que ofrecer al mundo y lo está haciendo en tantos ámbitos como en materia de agua, en agricultura, en tecnología, en innovación y en salud.
Y mi propósito, una vez que pasemos esta crisis tras entregar las credenciales para dedicarme al trabajo importante que sí cambia la vida de la gente aquí y en Israel, es, por ejemplo, el sistema de salud.
Israel goza de un sistema de salud universal, sin fines de lucro, profesional, muy eficiente, que yo creo que puede servir a Chile, y más que todo para este gobierno que tiene un compromiso de mejorar el sistema de salud. El modelo israelí puede servir si no como un modelo, como una inspiración. Escoger lo positivo y pensar cómo pueden aplicar partes de este. Yo estoy en contacto con los con el Ministerio de Salud en Israel, y espero tener la posibilidad de encontrarme pronto con la Ministra de Salud aquí y ofrecerle. Israel no tiene nada que ganar en esta cooperación, estamos compartiendo un modelo exitoso.
O el ciberataque a las Fuerzas Armadas, Israel es líder mundial en esta materia. Si el gobierno está interesado, estamos dispuestos antes que nada a investigar lo que sucedió y ayudar a prevenir ataques en el futuro.
O sea, el potencial de cooperación entre Israel y Chile es enorme y Chile, con su nivel académico, con su juventud tan talentosa, puede también ver cómo en Israel se aprovechó una juventud también talentosa para crear un ecosistema de innovación que sea ejemplar en el mundo, y que hoy en día es el motor de la economía israelí que está generando una riqueza enorme a toda la población.
Este es un conflicto que lleva décadas. Hay resoluciones, e incluso críticas de Naciones Unidas a Israel, y por ahora no se vislumbra una solución. El primer ministro israelí habló una vez más ante la ONU sobre los dos estados. No es la primera vez que lo dice alguien. ¿Ahora, eso puede generar un espacio de acuerdo y avance hacia una solución negociada?
También el presidente Boric lo refirió en su discurso de las Naciones Unidas. Esta solución comenzó el 29 de noviembre de 1947. La ONU decidió la partición en la cual habrá dos estados, y estoy hablando en el lenguaje de la ONU: un Estado judío y un Estado árabe.
En aquel entonces nadie hablaba del palestino. Y los árabes rechazaron esta propuesta, no porque tuvieran una diferencia o una discrepancia respecto del del tamaño de un estado. Simplemente no aceptaron la existencia de Israel allá.
Cabe recordar que somos el pueblo originario. Estamos allá hace más de 3.000 años. Si tú haces una excavación en Jerusalén, o en cualquier sitio allá, lo que vas a ver es la presencia judía durante los 3.000 años en esta zona. Ahora bien, hemos aceptado la decisión de la partición del ‘47 y hemos ofrecido diferentes ofertas durante los años.
La ‘ocupación’ de la que se habla comenzó en el ‘67. ¿Pero cómo llegó la guerra del 67? ¿Por qué se generó la guerra si no había ocupación? Porque los Egipto, Jordania y Siria de aquel entonces iban a atacar a Israel para aniquilarla, no para hacerla más pequeña. Y perdieron. Y en estas circunstancias los territorios en disputa hoy llegaron a manos de Israel.
¿Y son territorios que por la seguridad de Israel, no se entregan?
No podemos poner en riesgo la existencia de Israel.
¿Y si se garantiza la seguridad de esos territorios, podrían entregarse?
Si hay garantías de seguridad, podemos negociar con los palestinos y llegar a un acuerdo. No tenemos interés en dominar y manejar la vida de los palestinos. La idea es que ellos tengan una vida digna como merece cada pueblo en el mundo, cada persona, pero hasta ahora dedican todos sus esfuerzos no para el bienestar de los palestinos. Su liderazgo lo está llevando a a a sacrificar su vida para dañar la vida de Israel.
¿Qué dice usted respecto a las críticas al Estado israelí por por no aceptar o no cumplir con designios de Naciones Unidas?
Ya he mencionado, la primera resolución del ‘49…
Han habido otras, hasta recientes, donde se dice que la crisis que hay hoy día es justamente porque el Estado israelí no acepta un Estado palestino. La declaración de hace unos meses atrás.
Hay una mayoría automática en contra de Israel de países que no son democráticos, la mayoría. Nosotros miramos y ponemos énfasis especial en la posición de países democráticos que de verdad avalan derechos humanos, como son los países de Europa, como es Canadá, como Estados Unidos, como es Chile. Lo que dice Irán, Corea del Norte o Venezuela no es un modelo o una referencia para nosotros, ni otras dictaduras que votan de una forma automática en contra de Israel.
También acusan a Israel de violación a los derechos humanos países que persiguen a sus mujeres o a sus LGBT. Israel es un modelo mundial en esto. De hecho, árabes de la región, iraníes, vienen a Israel para vivir de una forma digna, huyendo de la Autoridad de Palestina o de Gaza.
Hablando la seguridad, ante la demanda de la comunidad internacional Israel dejó Gaza en 2005. Hace 17 años. Había 10.000 israelíes viviendo allá, y dejamos 100% a Gaza. Incluso dejamos una industria agrícola.
Un año después Hamás hizo un golpe militar contra el Fatah y está dominando la Franja de Gaza por ya más de 16 años, y dedica todos los recursos humanos y financieros no para el bienestar de los palestinos allá, sino para atacar a Israel. Y al final, para ellos es un éxito matar unos israelíes judíos.
La situación allá es que hay grupos radicales, y lo me sorprende es que aquí en Chile hay unos activistas fanáticos que toman al Hamás como un modelo. O sea, escogen el ala más extrema y sangrienta de los palestinos en vez de los moderados que quieren llegar a la paz.
¿Y quiénes son esos activistas fanáticos en Chile?
No conozco los nombres, pero hay aquí algunos. Me imagino que tú lo conoces mejor que yo. Yo recién llegué, ni siquiera he presentado las cartas credenciales.
Embajador, ¿es posible la convivencia entre Israel e Irán?
Israel no tiene problema con Irán, Irán tiene obsesión de aniquilar a Israel.
Ahora vimos lo que está pasando en los últimos días en Irán, matando a una mujer porque no tenía el velo cubriendo su pelo. Estamos en el siglo XXI. El régimen del Ayatolá es un régimen terrible como el liderazgo palestino que sacrifica el bienestar de su propio pueblo para fines en contra de Israel.
Los palestinos culpan de las condiciones precarias en en que viven a Israel. ¿Pero por qué no invertir, en vez de balas y cohetes contra Israel, en colegios, en jardines, en el bienestar de los palestinos? Igual en Irán, ¿por qué dedicar billones de dólares que no tienen en armamento nuclear en vez del bienestar de los iraníes que no tienen agua? Hoy en día en Irán hay problemas de agua, hay problemas de todo tipo. Y este régimen está dedicado a la aniquilación de Israel.
Entonces Israel hace todo a su alcance para tener la capacidad de evitar que Irán lleve a cabo sus propósitos, y yo estoy seguro que el día que este régimen iraní extremista, fundamentalista salga del poder en Irán, el día siguiente podemos firmar la paz.
Vale la pena mencionar que Israel está a miles de kilómetros de distancia de Irán. No tenemos frontera en común. Simplemente es un régimen fundamentalista dedicado a la aniquilación del único Estado judío.
Usted señaló que espera que pase rápidamente el impasse. ¿Qué acciones concretas podrían realizarse para reforzar las relaciones bilateral entre Chile e Israel? Más allá de la propuesta que usted va a hacer o su oferta en materia de de salud y ciberseguridad.
Podemos podemos tener dos líneas paralelas. Una política en el cual podemos tener un diálogo hasta con crítica. Por supuesto que Chile va a presentar sus posiciones, sus dudas respecto de cosas de derechos humanos y cualquier otro tema, y vamos a presentar lo nuestro. Y paralelamente podemos tener una un diálogo amplio, profundo, para el beneficio de los pueblos en materia de salud que mencioné, en materia de ciberseguridad, en materia de ecosistema, de innovación que permite a jóvenes desarrollarse en agua, en agricultura.
El próximo mes tenemos una conferencia agrícola en áreas de desierto y en el mar. Dime tú, ¿no es un tema súper relevante a Chile, con su desierto enorme?
Ahora, todo Israel es más pequeño que (la región del) Bío Bío. Israel tiene 20.000 kilómetros cuadrados, 9 millones de habitantes, es un país chiquitico. Entonces cuando ves que el nombre dice no cabe en el mapa, entonces yo me pregunto ¿es el problema los pocos miles de kilómetros? Tú ves todo el mundo, Israel no ocupa nada de nada, y al mismo tiempo entrega todo su aporte al mundo en tantas áreas, en el cambio climático que es también un tema de alta prioridad de este gobierno.
O sea, yo veo Chile e Israel como like minded (que tienen un pensamiento similar). Llevo aquí dos meses y tengo un profundo aprecio y respeto a las autoridades e instituciones aquí en Chile, viendo el proceso democrático que el país está pasando. Elecciones, plebiscito, de verdad es admirable cómo manejan las diferencias aquí. Entiendo que no está culminado, pero hay un diálogo entre los grupos.
Estas dos democracias, Chile e Israel, avalan los dos de verdad los derechos humanos. Chile no más que Israel e Israel no más que Chile. Los derechos humanos de todo ser humano es muy importante para nosotros y podemos tener un diálogo profundo, sincero, abierto y también al mismo tiempo trabajar en temas que mejoran la vida del de los pueblos, que es lo más importante. Este es nuestro trabajo y deber.