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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Ucrania y sus aliados europeos rechazan puntos clave en acuerdo entre Trump y Putin para fin de guerra. Alemania, Reino Unido y Francia respaldan a Ucrania en mantener capacidad de defender soberanía. Líderes europeos enfatizan necesidad de respetar intereses ucranianos y europeos a largo plazo en conversación telefónica.

Este viernes Ucrania y sus aliados europeos rechazaron algunos de los puntos clave del acuerdo que están negociando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, para el fin de la guerra.

Según detallan medios internacionales como Bloomberg, los líderes de Alemania, Reino Unido y Francia coincidieron con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, en que las fuerzas armadas ucranianas deben mantener la capacidad de defender su soberanía.

En una conversación telefónica, el canciller alemán Friedrich Merz y los primeros ministros de Francia y Reino Unido, Emmanuel Macron y Keir Starmer, respectivamente, se alinearon con Zelenski y dejaron en claro que cualquier acuerdo con Rusia para poner fin al conflicto debe respetar los intereses ucranianos y europeos a largo plazo.

“Como parte de esto, la línea de contacto debe ser el punto de partida para llegar a un acuerdo y las Fuerzas Armadas ucranianas deben seguir contando con la capacidad de defender de forma efectiva la soberanía de Ucrania”, señaló la Cancillería alemana en un comunicado.

En ese sentido, los cuatro líderes acordaron mantener una estrecha coordinación entre sí, con el resto de socios europeos y con Washington.

“Coincidieron en que cualquier acuerdo que afecte a los Estados europeos, a la Unión Europea (UE) o a la OTAN requiere el consentimiento de los socios europeos o un consenso de los aliados”, concluyó la Cancillería germana.

Agencias internacionales como EFE señalan que dentro de los detalles del plan de paz que se han conocido, Ucrania tendría que limitar su Ejército a un máximo de 600.000 hombres después de la guerra, a renunciar a un ingreso en la OTAN o al despliegue de tropas aliadas en su territorio.

El acuerdo contempla además que Ucrania ceda a Rusia las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, mientras que las regiones sureñas de Zaporiyia y Jersón quedarían congeladas en la actual línea de contacto.

A cambio, Kiev recibiría garantías de seguridad de EEUU, que se comprometería a intervenir en caso de una nueva invasión rusa.