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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Ayuntamiento de Praga aprobó la prohibición de scooters eléctricos de alquiler desde enero, tras críticas de residentes por su impacto en la seguridad peatonal y el congestionamiento vial. Se busca un sistema de movilidad ordenada y sostenible, permitiendo el estacionamiento de bicicletas en áreas designadas, mientras que los scooters serán retirados de las calles. Datos revelan mayor infracción de normas por usuarios de scooters, con 47 accidentes reportados el año pasado, uno fatal, con alcohol como factor común.

El Ayuntamiento de Praga aprobó este lunes la prohibición de los scooters eléctricos de alquiler a partir de enero, debido a las críticas de los vecinos del centro por el peligro que suponen para los peatones.

Los residentes consideran que los scooters eléctricos de alquiler obstruyen las calles y que sus usuarios, principalmente turistas, ponen en peligro a los peatones al circular de manera temeraria por las aceras.

Esa prohibición se enmarca en un nuevo sistema de movilidad ordenada, segura y sostenible, para mejorar la convivencia en los espacios públicos de la capital checa.

Según ese plan, las bicicletas y bicicletas eléctricas de alquiler podrán aparcar en plazas designadas.

Los scooters eléctricos de uso compartido no tendrán esta opción y serán retirados de la vía pública.

Según datos municipales, los usuarios de monopatines eléctricos infringen las normas con el doble de frecuencia que los ciclistas y acumulan hasta cinco veces más sanciones.

El año pasado, se registraron 47 accidentes relacionados con estos scooters, uno de ellos mortal.

Según las autoridades municipales, el consumo de alcohol es un factor común en muchos de estos incidentes.

Fuentes del Ayuntamiento han declarado a Radio Praga que la experiencia en ciudades como París y Madrid evidencia que una prohibición bien aplicada puede tener resultados positivos.