El excandidato presidencial bielorruso Andréi Dmítriev fue detenido este jueves en el marco de una operación policial contra varias organizaciones supuestamente implicadas en las protestas que estallaron hace un año tras la fraudulenta reelección del líder del país, Alexandr Lukashenko.
Dmítriev, copresidente del movimiento opositor “¡Di la verdad!”, fue detenido esta mañana, según informa la organización de derechos humanos Viasna en su canal de Telegram.
Este político logró un 1,21% -fue el cuarto candidato más votado- en las elecciones presidenciales del 9 de agosto del pasado año, que dieron paso a las mayores protestas en la historia de la antigua república soviética.
“¡Di la verdad!” presentó candidatos en las elecciones presidenciales de 2010 y 2016, ganadas ambas por Lukashenko, en el poder desde 1994.
Las fuerzas de seguridad han detenido en las últimas horas a varios delegados de la plataforma cívica “Asamblea”, a la que también pertenecía el político.
Entre ellos, fue detenido el antiguo embajador en Eslovaquia, Ígor Leschenia, relevado por Lukashenko en agosto de 2020 por criticar la violencia policial, al igual que el embajador en España.
El Comité de Instrucción de Bielorrusia explicó que las detenciones se enmarcan en la investigación penal por disturbios masivos abierta en su momento por las autoridades.
Todos los líderes de la oposición que apoyaron abiertamente las protestas o criticaron la reelección de Lukashenko se encuentran en prisión, a juicio o en el exilio, como es el caso de su máxima representante, Svetlana Tijanóvskaya, exiliada en Vilna desde hace un año.
El político más popular del país, Víctor Babariko, detenido antes de que pudiera presentar su candidatura en las presidenciales, fue condenado en julio a 14 años por varios “delitos económicos”.
Mientras, la pasada semana arrancó el juicio contra su colaboradora más cercana, María Kolésnikova, que podría ser condenada a 12 años de prisión por crear una “organización extremista”.
Este lunes, coincidiendo con el aniversario de las protestas, Lukashenko negó la represión de las mismas y la tortura de los manifestantes detenidos, e insistió en que la oposición preparaba un golpe de Estado patrocinado por Occidente.
El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció ese mismo día duras sanciones económicas contra el régimen bielorruso, dos semanas después de recibir en Washington a Tijanóvskaya, cuyo marido, Serguéi Tijanovski, también aspirante presidencial, cumple más de un año de cárcel.