A un año de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, el panorama político del país indica que las posibilidades de que la líder de la extrema derecha llegue al poder aumentan cada día. La preocupación por una posible victoria de Marine Le Pen en 2022 aparece en la portada del diario Libération de este jueves.

“El peligro de una elección para Marien Le Pen se materializa”, reza el titular de la primera página del diario. En un dossier especial, Libération analiza y se hace eco de un estudio de la Fundación Jean Jaurès, que apunta a una posible victoria de la líder ultraderechista en 2022.

Se plantean varios elementos para explicar este riesgo “que nunca ha sido tan fuerte” en el país. “El gran rechazo al presidente Macron; las desviaciones del actual Gobierno, que adopta cada día políticas de derecha para seducir al electorado extremista; y la banalización del partido Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) de Le Pen”, son algunas de estas explicaciones.

El “riesgo es limitado, pero real”, señala el instituto de orientación socialdemócrata. La dirigente de la extrema derecha, diputada nacional, tiene una sólida base electoral. Entre los electores que la votaron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2017, el 89% dice que hará lo mismo el año que viene.

Como resultado, Le Pen registra el 25% de las intenciones de voto para 2022.

El presidente francés, por su parte, cuenta actualmente con el apoyo de sólo el 71% de los electores que lo votaron en la primera vuelta hace cuatro años. La diferencia entre los dos políticos en una eventual nueva segunda vuelta disminuye significativamente.

La segunda vuelta de 2022, ¿una repetición de 2017?

La gaceta financiera Les Echos también analiza el panorama político francés actual y afirma que las incertidumbres son numerosas, empezando por el peso de la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas y sociales en el momento de la votación.

Todo hace pensar que los dos finalistas de 2017 volverán a enfrentarse en 2022.

La derecha tradicional sigue buscando un líder, la izquierda sigue fragmentada y los ecologistas tienen dificultades para ampliar sus éxitos electorales regionales a todo el país, escribe el diario económico.

“¿Cómo evitar este escenario catastrófico?”, se pregunta el editorial de Libération. El llamado moral al voto republicano, que llevó a los electores de diversos signos políticos a votar a Macron y evitar que Marine Le Pen ganara hace cuatro años, ya no parece ser suficiente.

Jugar con fuego

La batalla tiene que darse en el plano político, afirma el texto. El presidente francés está jugando con fuego al dejar que, en particular, su ministro del Interior diga que a veces es más radical que Marine Le Pen, critica el editorial.

La derecha tradicional sigue debilitada y parece incapaz de oponerse a Agrupación Nacional.

Queda la izquierda, que puede desempeñar un papel importante. Pero para ello, tiene que superar sus divisiones internas, poner las cuestiones sociales en el centro de su discurso y machacar que el programa económico de Marine Le Pen será una catástrofe para las clases populares. “La izquierda no puede dejar pasar el tren de la extrema derecha sin actuar”, dice Libération.