La justicia italiana abrió este martes una investigación por las amenazas contra la joven italiana secuestrada en 2018 en Kenia, convertida al Islam y recientemente liberada, un caso que ha generado polémicas.
La fiscalía de Milán (norte) indaga sobre las “graves amenazas” contra Silvia Romano, de 24 años, blanco de insultos en las redes sociales tras regresar a Italia el domingo vestida con un hábito que le cubría de la cabeza a los pies como obliga su nueva religión.
La joven fue recibida el domingo en el aeropuerto militar de Roma por un comité oficial presidido por el jefe de gobierno Giuseppe Conte y el ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio.
El presunto pago de un millonario rescate por parte del Estado italiano, su excepcional recepción en tiempos de coronavirus y su conversión, desataron fuertes críticas de medios y líderes políticos derechistas.
La joven, que trabajaba como voluntaria para una organización humanitaria, fue secuestrada el 20 de noviembre de 2018 en una aldea del sureste de Kenia por un grupo armado que abrió fuego contra los residentes e hirió a cinco personas.
Según el diario Il Corriere della Sera la joven confirmó que se había convertido libremente al islam durante su secuestro y aseguró que fue tratada siempre bien por sus secuestradores.
“Pedí libros y me dieron El Corán”, contó, según el diario.
Medios italianos sostienen que la joven permaneció casi todo su cautiverio en Somalia tras haber sido secuestrada por el temido grupo yihadista Al Shabaab, que opera en ese país y que ha festejado su conversión como uno de sus mayores triunfos.
Y es justamente su nueva religión, el haber asumido el nombre de Aisha y haber comparecido velada ante todo el país, lo que ha irritado a algunos sectores.
“¿Alguna vez has oído hablar de un judío que, liberado de un campo de concentración, se convirtió al nazismo y regresó a su casa con un uniforme de las SS?”, lamenta en facebook Simone Angelosante, alcalde de la pequeña localidad de Ovindoli y miembro de la derechista Liga.
“¿Que si estoy contento con la liberación de Silvia Romano? Absolutamente no. Ahora tenemos un musulmán más y cuatro millones de euros menos”, reaccionó en su página de facebook Massimo Giorgetti, dirigente de la región Véneto, liderada por la Liga, quien borró luego el mensaje.
Ante la ola de amenazas las autoridades dispusieron la vigilancia de la residencia de la familia Romano en Milán, donde la joven se encuentra desde el lunes.
La familia ha pedido “respeto” a la prensa y agradecido los mensajes de solidaridad que han recibido.