Crecen las chances de una inculpación contra el expresidente estadounidense Donald Trump y sus allegados que dirigen la Organización Trump.

La fiscal del estado de Nueva York confirmó en la noche del martes que investiga con el fiscal de Manhattan posibles fraudes vinculados a sus negocios.

Hasta ahora, la fiscal Letitia James solo había confirmado una investigación en el ámbito civil sobre posibles fraudes fiscales o bancarios en el seno del holding familiar del expresidente.

Los fiscales sospechan que Trump y su sociedad inflaron o redujeron artificialmente el valor de algunas de sus propiedades para obtener préstamos bancarios o reducir sus impuestos. Un área de 90 hectáreas en Nueva York, su club de golf en Nueva Jersey e incluso la Trump Tower estarían bajo la lupa de los investigadores.

“Hemos informado a la Organización Trump que nuestra investigación ya no es de naturaleza puramente civil”, dijo la fiscal James. “Ahora estamos investigando activamente a la Organización Trump en materia penal, junto con el fiscal de distrito de Manhattan”.

El fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, investiga desde hace meses a la Organización Trump en el ámbito penal.

Vance obtuvo en febrero ocho años de declaraciones de impuestos y archivos contables de Trump. Esto sería un golpe para el exmagnate inmobiliario que siempre se negó a publicar sus impuestos.

Las investigaciones “son la continuación de la mayor caza de brujas política en la historia de Estados Unidos”, dijo el miércoles el expresidente Trump en un comunicado.

“Estos demócratas quieren silenciar a millones porque no quieren que ‘Trump’ sea candidato”, añadió. “No hay nada más corrupto que una investigación que busca desesperadamente un crimen”.

Obtener la cooperación de testigos clave

Para los observadores, la declaración de la fiscal podría buscar aumentar la presión sobre testigos clave que conocen al dedillo los negocios de Trump, y a quienes los fiscales quieren convencer de cooperar.

El principal es quizás Allen Weisselberg, director financiero de la Organización Trump, el más fiel de los fieles de Trump y quien trabajaba ya para el padre del expresidente.

Estas últimas semanas, los investigadores mostraron que no dudarían en investigar los negocios de su hijo, Barry Weisselberg, para obtener la cooperación del padre.

La exmujer de Barry Weisselberg también fue fotografiada transportando cajas de documentos financieros destinados a los investigadores.

La defensa de Trump se prepara para la batalla. Sus abogados son conocidos por pelear hasta el final, como lo hicieron para resistir a la entrega de los archivos contables durante 16 meses.

Recientemente, su abogado principal en este dossier, Alan Futerfas, reforzó su equipo. Confirmó en abril a Ronald Fischetti, actualmente jefe del equipo de investigadores a cargo del caso Trump.

Contactado por la AFP para comentar la declaración de la fiscal James, Futerfas no respondió inmediatamente.

Algo es seguro: algunos se frotan las manos al ver que los fiscales avanzan. Empezando por el exabogado personal de Trump, Michael Cohen, sentenciado en 2018 a una pena de tres años por fraude fiscal. Actualmente, Cohen colabora con los investigadores en el dossier contra su exjefe.

“¡Bienvenidos a la fiesta de inculpación de Trump!”, tuiteó el miércoles.