El senador texano, el republicano Ted Cruz, está siendo objeto de duras críticas este jueves después de que se viralizaran fotografías suyas en un avión a México, mientras su estado sufre los estragos por el temporal de lluvia y nieve, lo que lo ha obligado a regresar a casa.
Cruz viajó a Cancún (México), mientras millones de familias estaban sin electricidad en Texas y decenas de miles sin agua debido a la tormenta invernal. Una treintena de personas han fallecido en todo EE.UU. por el temporal.
En redes sociales como Twitter se viralizaron fotografías de Cruz en la sala de embarque del aeropuerto y dentro del avión, todas tomadas al parecer el miércoles, 17 de febrero.
La cadena conservadora Fox indicó que el senador efectivamente se subió a un vuelo con destino a Cancún, después de que la Cámara Alta federal entrase en un breve periodo de receso en sus sesiones.
La polémica obligó a Cruz a adelantar su regreso a Houston (Texas) esta tarde.
“Quería ser un buen padre”
Tras las críticas, el senador publicó una declaración en que asegura que viajó para complacer a su hija, explicando que su familia “también se quedó sin energía y calefacción”.
“Con las escuelas suspendidas por la semana, nuestras hijas pidieron viajar con amigos. Queriendo ser un buen padre, volé con ellas anoche y regresaré esta tarde”, sostuvo según lo citó NBC.
Agregó que “mi equipo y yo estamos en constante comunicación con los líderes estatales y locales para llegar hasta el fondo de lo que ocurrió en Texas”.
Insurrección
Esta controversia se suma a otra en enero pasado, cuando se acusó a Cruz de instigar el asalto del 6 de enero al Congreso federal al repetir varias veces que los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre fueron irregulares.
En su campaña más reciente, Cruz, de 50 años de edad e hijo de inmigrante cubano, se postuló para la reelección y la contienda con su rival demócrata Beto O’Rourke se convirtió entonces en la elección más ajustada desde 1978 en Texas por un puesto en el Senado federal.
Cruz recibió el 50,9 % de los votos frente al 48,3 % del demócrata en los comicios legislativos de 2018, un margen mucho más cerrado de lo habitual en el tradicionalmente feudo conservador de Texas.
