Una pareja israelí detenida hace nueve días en Turquía y acusada de espionaje por fotografiar la casa del presidente turco Recep Tayyip Erdogan fue liberada anoche y regresó hoy a Israel tras la mediación diplomática.
El primer ministro israelí, Naftali Benet, y el titular de Exteriores, Yair Lapid, agradecieron hoy “al presidente de Turquía y a su gobierno la cooperación” para poner fin a la crisis entre los dos países.
La pareja de turistas israelíes fue detenida junto a un ciudadano turco por tomar fotos de las instalaciones presidenciales desde la torre de Camlica, una popular atracción turística de Estambul, y acusada de espionaje “político y militar”.
Las autoridades israelíes defendieron su inocencia y aseguraron que se trataba de dos turistas que viajaron a Estambul de vacaciones y que ambos trabajan como conductores de autobús en la empresa de transporte Egged.
“Se trata de dos civiles inocentes que se han visto atrapados por error en una situación compleja”, insistió Benet que hoy habló con la hija para agradecer “la contención de la familia en estos críticos días”.
En la medicación diplomática intervinieron funcionarios de la oficina del primer ministro, del servicio de inteligencia exterior Mossad y de Exteriores que contactaron con el círculo cercano a Erdogan para convencerle de la inocencia de los detenidos.
Las relaciones entre Israel y Turquía son fructíferas en intercambios comerciales y la cooperación militar aunque en los últimos años se han producido escaramuzas diplomáticas y los gobiernos suelen disentir en lo relativo a la cuestión palestina.