Este domingo los argentinos elegirán al encargado de liderar al país por los próximos cuatro años, con dos candidatos que tendrán a Chile en su radar político.

El actual ministro de Economía, Sergio Massa, y el economista libertario, Javier Milei, serán quienes se verán las caras en la segunda vuelta que está a la vuelta de la esquina.

Eso si, ambos tienen posturas sumamente diferentes sobre Gabriel Boric.

Por un lado, el candidato oficialista argentino ha mantenido una relación cordial y amena con el presidente chileno. Sin embargo, el caso de Milei es diametralmente opuesto ya que hasta lo ha tratado de “empobrecedor”.

Principales desafíos del nuevo presidente argentino con Chile

Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, explica a BioBioChile que entre Chile y Argentina hay “una relación muy importante que se logró estabilizar a partir del Tratado de Paz y Amistad a mediados de la década de los 80, y que más allá de que han existido episodios específicos de desacuerdos, lo que ha primado es la voluntad de poder enfrentar cooperativamente los problemas”.

“Dentro de ese contexto es que en los últimos años han surgido algunas cuestiones por delimitaciones fronterizas en una sección de Campos de Hielo Sur, así como también la cuestión de la plataforma continental marítima”, agrega.

Según apunta Aranda, son temas que han formado parte de la agenda histórica de divergencias limítrofes, “y por lo tanto, lo que se esperaría del próximo gobierno, fuera cual fuese, es que con el ánimo de cooperación que ha primado casi en los últimos casi 40 años, encare estas diferencias que hay por cuestiones de delimitación fronteriza o cuestiones relativas a esta plataforma, a través del diálogo y la cooperación”.

En ese sentido, el experto menciona que lo que cabe esperarse es que se intensifique el diálogo “dentro de lo que es una relación virtuosa, donde muchos de las vínculos que existen de la sociedad civil se han potenciado”.

“Me estoy refiriendo a vínculos que van desde lo que son los comités de integración en la frontera, hasta todo lo que se puede hacer para finalmente relanzar o culminar lo que fueron los corredores bioceánicos y otras iniciativas”, explica.

Para Aranda, es importante potenciar comunicaciones y apoyar a la sociedad civil, considerando lo amplia que es la agenda así como “esta frontera extensísima que hay entre ambos países”.

Similar opinión tiene Francisco Tagle, director del diplomado en Relaciones Internacionales de la Universidad de los Andes, quien señala que independiente del ganador, se intentará mantener una relación bastante armoniosa, tal como en los últimos años.

Si bien reconoce que cada cierto tiempo aparecen problemas, Tagle dice que entre ambos países hay “principalmente una relación entre Estados más que entre gobiernos de turno”.

“En este sentido, hay un tema bastante importante que quizás se avizora en un futuro a mediano plazo, que es el de la Antártida y las reclamaciones muchas veces que tienen tanto Chile como Argentina respecto a este territorio”, sostiene.

“Quizás ese podría ser un futuro problema que uno podría revisar en el corto o mediano plazo entre Chile y Argentina”, puntualiza.

Un eventual triunfo de Milei y su relación con Chile

Muchos se preguntan qué tan complejo podrían tornarse las relaciones entre ambos países en el caso de que gane Javier Milei.

Frente a esto, Aranda recuerda que la elección es una decisión que le incumbe a los argentinos “y más bien el tema es qué podría hacer Chile en cada caso”.

“Dejando lo anterior establecido, diría que con Massa hay una serie de contactos que no son recientes. Es parte de una tradición política que ha tenido distintos tipos de vínculos con sus análogos o símiles en Chile”, plantea.

“Es verdad que bajo el peronismo han habido momentos algo agrios, por ejemplo, en la controversia por el gas entre Kirchner y Lagos, pero también hubo toda una agenda de integración común en la época de Perón e Ibáñez o en la época de Frei y Menem. Es decir, hay una relación histórica entre el peronismo y varios partidos y grupos políticos en Chile”, sostiene.

En tanto, dice que con Milei hay mayor incertidumbre “porque se trata de un político que ciertamente aparece como outsider originalmente, que más bien había tenido una experiencia en medios, que ha hecho de la denuncia parte de su estilo”.

“Tiene un estilo apasionado en donde hay muchas iniciativas, particularmente en lo económico, que no ha explicado detalladamente. Y también ha hecho algunas alusiones al caso chileno, en donde más bien el detalle es lo que falta”, argumenta.

“Ciertamente coloca el pretérito chileno respecto a las privatizaciones como un modelo, pero también es muy crítico de la actual clase política al frente de Chile. Y en ese contexto, yo diría que suscita mayores incertidumbres respecto a cómo va a establecer una relación. Hay mayores certidumbres con Massa y ciertamente con Milei son mayores las incertidumbres, también en la relación con Chile”, expresa.

Tagle, en tanto, plantea que si gana Milei, se pondrá a prueba su capacidad para separar aguas entre su estilo de liderazgo y, a la vez, encauzar esas relaciones diplomáticas no solo con Chile sino que con diferentes países del mundo.

“En este sentido, en cierta medida hay ciertas afinidades claras. Uno esperaría que Milei tenga afinidades con cierto tipo de presidente y con otros no, como Lula, quien se ha identificado con el gobierno de Massa, por ejemplo”, advierte.

“Hasta el momento el gobierno de Chile ha sido reservado para entregar su postura o su apoyo de manera implícita o explícita. Vamos a ver qué pasa. Si gana Milei, desde ya sabemos que está la antípoda de lo que pueden ser los gobiernos del presidente Boric, Petro o el mismo Lula”, menciona.