Mientras todo el mundo adopta cuarentenas o cierre de fronteras, en Nicaragua no se han decretado limitaciones y, por el contrario, el gobierno de Daniel Ortega convoca a marchas y celebraciones masivas.

El Ministerio de Salud de Nicaragua reconoce sólo 8 muertos y 25 contagios en el país. El Observatorio Ciudadano, una iniciativa de la sociedad civil, contabilizó por su parte hasta el 13 de mayo 266 fallecidos y 1.270 casos sospechosos de coronavirus.

Escépticos ante las informaciones oficiales que llegan del vecino país, la gran mayoría de los diputados costarricenses pidieron el jueves a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que indague qué pasa en Nicaragua.

“La investigación externa de parte de la OPS es totalmente necesaria dado que la evidencia que están reportando,
tanto los centros médico como los habitantes de Nicaragua, difiere bastante con los datos oficiales que está estregando el gobierno Ortega-Murillo. Realmente es preocupante que se quiera solapar una situación aún más extrema”, afirma a RFI la diputada Paola Vega, impulsora de la carta.

“Centroamérica es un espacio sumamente pequeño, el virus es de fácil propagación, y ya por ejemplo Costa Rica ha reportado aumentos importantes en la detección de casos por parte de transportistas que vienen de Nicaragua en la frontera norte”, subraya la legisladora, quien con otros 51 de los 57 diputados ticos piden conocer la realidad de lo está pasando con la epidemia en el país vecino.

“Sería un asunto de lesa humanidad que el gobierno de Nicaragua ocultara datos en este sentido. Es por ello que estamos sumándonos a las voces de actores de la región, como los ex ministros, figuras y personalidades políticas de Nicaragua exigiendo transparencia en los datos y pidiéndole a la OPS que por favor intervenga”, subraya Vega.