El narcotraficante brasileño Marcelo Pinheiro, quien estaba preso en una cárcel de Paraguay, fue expulsado el lunes a Brasil tras asesinar a una joven de 18 años que lo visitaba en su celda, informaron las autoridades.

Conocido como Marcelo “Piloto”, el reo fue entregado por las autoridades paraguayas a la Policía Federal (PF) de Brasil y “ya se encuentra recluido en la prisión federal de Catanduvas”, una unidad de máxima seguridad a 190 km de la ciudad fronteriza Foz de Iguazú, informó la PF en un comunicado.

Pinheiro mató el sábado de varias puñaladas a una mujer paraguaya de 18 años que lo visitaba en su celda de la sede de la Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada (FOPE) en Asunción. De acuerdo con las autoridades paraguayas, cometió el crimen para generar un nuevo proceso en su contra y así postergar su extradición, que había sido solicitada por Brasil.

“He decidido expulsarle a Marcelo Pinheiro, alias ‘Piloto’, del Paraguay. Que nuestro país no sea tierra de impunidad para nadie”, había tuiteado más temprano el presidente paraguayo Mario Abdo.

Pinheiro es considerado como uno de los líderes de la organización criminal brasileña Comando Vermelho (CV), y un importante proveedor de armas y drogas.

Con la expulsión, el ministerio de Justicia brasileño comentó a periodistas que el pedido de extradición pierde sentido, que Pinheiro “puede responder en Brasil por el delito que cometió en Paraguay” y que el caso quedará en manos de la Policía Federal (PF) brasileña, arriesgando hasta 30 años de prisión por el asesinato de la joven.

A raíz del asesinato de la joven a manos de Pinheiro, el presidente Abdo destituyó a su jefe de seguridad y anunció una reestructura de la cúpula policial.

Paraguay es frecuentemente utilizado por bandas criminales brasileñas como ruta de escape y de tráfico de sus drogas y armas.

Pinheiro fue detenido en Paraguay en diciembre de 2017 en una operación conjunta entre agentes paraguayos, brasileños y estadounidenses. Estaba prófugo desde 2007, cuando fue beneficiado con un régimen de prisión semi-abierto tras pasar una década en la cárcel, pero incumplió con el beneficio.

En 2012 huyó a Paraguay y desde que fue capturado en ese país intentó numerosos planes de fuga, el último en octubre de este año, cuando tres supuestos traficantes del Comando Vermelho fueron abatidos por la policía paraguaya, que halló un coche bomba con el que presuntamente intentarían rescatarlo.

“Nosotros tenemos códigos y eso se respeta hasta la muerte. Soy un comerciante ilícito. Vendo armas, drogas pero terrorista no soy. Es una mentira”, se defendió Pinheiro en una conferencia de prensa tras ser acusado de tramar su fuga

Caso de trata

Las autoridades paraguayas plantean que ‘piloto’ asesinó a la joven Lidia Meza para ser juzgado en Paraguay por femicidio y evitar una extradición a Brasil, un plan que falló pues fue enviado a su país a sólo horas de cometer el crimen.

El abogado de la familia de Meza, César Caballero, ha señalado que ‘Piloto’ no actuó solo, sino que tuvo cómplices y la colaboración de la policía carcelaria para ingresar a Meza a su celda y asesinarla.

Caballero considera que la joven fue llevada como “carne de cañón” a la cárcel y piensa que fue contactada por el narcotraficante sólo para ser asesinada.

“¿Quién le contrata?, ¿quiénes son los responsables? Acá está el autor, ¿pero quienes son sus cómplices? ¿O estamos ante una red de trata o ante policías corruptos que le brindaron esa posibilidad (a Piloto de asesinar a un joven)?”, expresó el abogado a diario ABC de Paraguay.

Según el profesional, una mujer y un hombre habrían llevado a Meza a la red de trata de personas, e hicieron el nexo con el narcotraficante.

“Soledad, supuestamente, es la chica (que le llevó) y junto a otro muchacho, el presunto reclutador, eran los que supuestamente le consiguieron el trabajo para cuidar a una señora mayor en la zona del mercado”, agregó Caballero.

Otra arista que se investiga es el rol de los guardias de la prisión, algunos medios paraguayos han reportado que durante el forcejeo entre Meza y el narcotraficante, la mujer gritó de forma constante y que ningún carcelario habría reaccionado.

La muerte de esta joven y las irregularidades en torno al caso reflejan los problemas de inseguridad y narcotráfico que vive Paraguay, que en el último tiempo ha incluido intentos de hacer explotar una prisión, el asesinato de abogados y sobornos a autoridades.