Días de dulce y agraz ha vivido Michael Roldán. El periodista de 34 años asumió hace un mes la conducción interina de Intrusos (La Red), luego de la polémica salida de Alejandra Valle por un comentario en redes sociales contra Carabineros de Chile. Todo un desafío para el comunicador que, aunque asume que tenía la intensión de ganarse la conducción del espacio, no lo quería lograr de esta forma.

“Siempre quise tener la opción de animar… ¿pero es esta forma en la que yo lo quería? No. A mí me hubiera gustado que a Alejandra la llamaran de otro canal y se fuera exitosamente. En otro contexto, en uno de más alegría y menos estrés”, confiesa a BioBioChile.

Cuando le pidieron tomar la conducción del programa a fines de julio pasado, afirma que tuvo emociones encontradas. Pensaba que algunos podrían interpretar que consiguió el puesto aprovechándose de lo que ocurrió. “Enfrentarte a algo que tú deseabas en este contexto fue doloroso. Me empecé a cuestionar un montón de situaciones, hasta que me convencí de que Intrusos trasciende a las personas que lo componen”, recuerda.

No hubo aserruchadas de piso ni nada por el estilo. Sólo complicados hechos que lo llevaron a asumir el liderazgo televisivo del espacio. Coincidencias.

Tinta Roja

Se decidió a estudiar periodismo, rememora, cuando leyó la ficción literaria de Alberto Fuguet Tinta Roja, un texto que narra la historia de un joven periodista en práctica que reporta -entre sexo, drogas y sangre- lo más crudo de la crónica roja. “Con ese libro me encanté, porque refleja el mundo del periodismo escrito. Entré a estudiar la carrera porque la escritura me gustó… pero en el camino uno empieza a dejar a un lado esas situaciones”, dice.

Viene de una familia de clase media que vivía en Estación Central, en la región Metropolitana. “Teníamos hartos temas económicos, como enfrenta la mayor parte de chilenos de clase media tirada para baja”, asevera. Esa fue la razón por la que comenzó a trabajar apenas obtuvo su licencia de enseñanza media.

“Creo que hice toda la pega que podría hacer un estudiante universitario. Desde local de comida rápida, volantear, tiendas comerciales, garzón. En algún momento también vendí ropa en la calle, en la Villa México y en el Parque Forestal”, recuerda. Y entre risas comenta que también corrió con toda su mercadería cuando las autoridades llegaban a sacarlos. “Son experiencias por las que no tengo ninguna vergüenza”, sostiene.

Pero no fue fácil. Tal vez la historia que más recuerda es de su época de garzoneo. Lo mandaban a hacer su trabajo y otras tareas: lavar platos, limpiar mesas. “A veces tenía que agarrar escoba y pala e ir a limpiar baños… en un ambiente donde también había alcohol, entonces las mañanas no eran muy higiénicas”, recapitula. Fue en ese momento que reflexionó sobre su situación y se comparó con sus compañeros de carrera. Tuvo un arrebato de adolescente, dice. Pensó en por qué tenía que estar haciendo eso, mientras sus compañeros sólo estudiaban y lo pasaban bien. La respuesta era clara: el dinero.

No fue fácil también porque, cuenta, cuando en algún momento necesitó trabajo decidió ir a buscarlo a un hotel “del barrio alto”. No le dieron el puesto porque vivía en Estación Central. “La respuesta que me dieron es que era demasiado lejos e iba a llegar tarde. Que como no tenía auto iba a llegar en la micro, corriendo, todo transpirado (…) Sentí que era súper violento, porque si vivía ahí era porque mis papás se habían sacado la cresta para eso”, afirma.

Pero finalmente se apartó tanto de su primera idea, de Tinta Roja y la crónica, que comenzó su carrera en CDF y terminó en el espectáculo. Ahora admite que nunca le gustó el deporte y que jamás pensó terminar trabajando en la farándula.

El Intruso

“Estoy con harta pega, pero bien. Estoy contento”, dice Roldán. Llegó al espacio cuando recién comenzaba su carrera, como el periodista que corría detrás del auto de Raquel Argandoña para conseguir la cuña y llegar a armar la nota. Después fue productor periodístico, produtor de piso, subeditor y panelista. Hasta ahora.

No se queja del mes que cerró y adelanta que podría estar terminando un buen año. Argumenta que en Intrusos les ha ido bien con el rating y que todo lo que vivió en los últimos días le enseñó bastante.

El programa, que es emitido de lunes a viernes entre las 12:00 horas y las 14:30 horas en La Red, comenta a diario diversos aspectos del espectáculo nacional e internacional, aunque con el plus de aterrizar los temas a lo social, a la realidad. En él, Roldán comparte con panelistas como Claudia Schmidt, César Barrera, Camila Andrade y Natalia Mandiola.

Un ejemplo del repunte del espacio fue lo que ocurrió el pasado 30 y 31 de julio, cuando logró superar en la franja horaria de mediodía a Viva la Pipol (Chilevisión) y Muy buenos días (TVN) con peaks de seis puntos.

“Uno puede estar más o menos de acuerdo con la forma en la que se mide la sintonía en la televisión, pero es lo que rige. Los números son vitales. Y nos ha ido bien. Eso es una alegría para el equipo”, dice.

Tras la crisis que vivió el programa y su arribo a la animación interina, asegura que comenzó a adquirir herramientas que le ayudan a dirigir un panel. “Siento que he aprendido un montón en adquirir confianza y en dónde puedo depositar las confianzas”, reflexiona.

“Cuando hay pequeños conflictos como los que vivimos en el programa, realmente aprendes lo que es trabajar en equipo, lo que es estar en un lugar donde todos tienen que remar para el mismo lado, que a veces quedas con los brazos hinchados de tanto remar, pero que ese remo efectivamente te lleva a un puerto me parece que es puro crecimiento. Eso hace que este haya sido un buen mes”, agrega.

Pulido y Valle: la lección

Los problemas en el espacio comenzaron el 7 de julio pasado. Ese día, Catalina Pulido protagonizó un incidente con Carabineros en camino a Farellones. La autoridad detuvo su automóvil en ruta tras notar que no llevaba su cinturón de seguridad puesto y la expanelista de Instrusos entregó un extraño argumento: “No puedo (estar con cinturón), porque si me desbarranco me tengo que tirar”.

El momento, que fue grabado, evidencia los gritos y empujones de Pulido tras resistirse a la detención. Cinco días más tarde, La Red anunció que la protagonista del video -que a esa altura ya era viral- había sido desvinculada del canal.

16 días más tarde, Alejandra Valle llegó a un acuerdo con la estación televisiva para dejar la conducción de Intrusos. Esto, luego que se revelaran comentarios de la animadora en contra de Carabineros de Chile. “Cerdos y ladrones”, escribió en las redes sociales para referirse a funcionarios de la institución.

“En lo emocional por supuesto que es un remezón importante. Un movimiento no menor. Son personas con las que te acostumbraste a hacer una rutina de vida (…) Muchas veces a tus compañeros de pega los ves más que a tu propia familia”, sopesa ahora Roldán.

Tras el incidente de Pulido, Roldán conversó personalmente con ella. “Lo voy a guardar un poco en la intimidad (…) a los amigos se les defiende en público y se les critica en privado”, expresa. No obstante, es claro en manifestar que la expanelista actuó de forma incorrecta.

“Ella debió haberse quedado callada porque cometió una infracción, y pagar el parte callada. Pero obviamente lo que pasó tiene un contexto, que es lo que ella estaba enfrentando ese día y de lo que venía enfrentando hace semanas por un episodio personal, de su vida íntima. Eso gatilló en un descontrol”, explica sin ahondar en detalles.

Desde su perspectiva la gran lección fue aprender a mirar hacia adentro. Tanto hablan de lo que ocurre en los otros canales, dice, que en ese momento comenzaron a pensar en cómo lo estaba pasando el equipo. Les sirvió para humanizarse más en la opiniones.

“Al frente de Intrusos”

Llegó a la conducción interina de Intrusos de forma limpia, sin pasar a llevar a nadie. “La meta no es lo único importante, también es importante el camino que recorres para llegar. Yo siento que mi camino ha sido bonito”, dice.

Para lograrlo ha debido superar un trastorno de ansiedad que le diagnosticaron cuando estaba en la universidad. Por eso se declara “muy amigo” de la medicina convencional, aunque también se trata con terapias alternativas: reiki y acupuntura entre ellas.

“Me han hecho sentir mucho mejor. La ansiedad ya no altera mi diario vivir como en algún momento ocurrió. Se manifestaba con sobrepensar en el futuro, en estar con un pie más adelante que el presente. Eso mismo generaba atracones de comida, periodos de estrés. Generaba pensar todo el rato en qué pasará. Pero lo voy manejando y voy sintiéndome más seguro de las cosas que estoy haciendo”, declara.

Su meta principal la está logrando. Es hacer un programa de calidad, llegar a su departamento y sentirse tranquilo y orgulloso de su trabajo. Aunque, además, quiere “crecer profesionalmente en el camino de las comunicaciones”.

A la espera de que el canal nombre al animador oficial, Roldán asegura que su paso siguiente “tendría que ver con una animación más estable en el tiempo”, pero sabe que la vida podría tenerle otro desafío.

Sin embargo, es claro: “Tengo el anhelo de poder establecerme al frente de Intrusos“.