El libro del actor relata cómo enfrentó la muerte de la niña, quien falleció a los 6 años en 2012.

“Blanca, la niña que quería volar” es el nombre del libro que Benjamín Vicuña escribió para su hija Blanca, quien murió en 2012, y donde aparece una desgarradora carta de la madre de la niña, Carolina “Pampita” Ardohain.

Blanquita fue la primera hija de la entonces pareja y nació el 15 de mayo de 2006. La pequeña, sin embargo, falleció a los seis años, tras pasar nueve días hospitalizada producto de una neumonía hemorrágica.

En la carta titulada, simplemente, Blanca, “Pampita” relata cómo son los primeros días sin su hija Blanca, la desesperación que sentía, el dolor e incluso la culpa de no ser la madre que quería para Beltrán, que en ese momento tenía meses de vida.

“Cualquier cosa desata la tempestad de imágenes feas”

La modelo, asegura, también evitaba las llamadas, mensajes y mails, los cuales veía muy tarde en la noche.

Además, relata que siente como si el tiempo se hubiese detenido y que trata de distraerse, porque si no lo hace, el recuerdo de esos terribles días en la clínica con su hija, regresan a atormentarla.

“Si estoy desprevenida, cualquier cosa desata la tempestad de imágenes feas”, escribió.

El dibujo de Blanca más doloroso para “Pampita”

La única luz que ve esos días son las sonrisas de sus hijos Bautista y Beltrán, pero que cada mañana es una batalla por sobrevivir. “Lo único que sé es que este camino es el más feo jamás imaginado”.

Carolina también habla de un dibujo hecho por su pequeña hija, donde se le ve “volando con alas y corazones que iluminan”. Entonces se pregunta, si acaso la pequeña Blanca ya sabía que se iría. Eso genera otro dolor, el no haber sabido interpretar ese dibujo.

Los recuerdos de Blanca riendo o jugando, persiguen a Ardohain, quien asegura que todos quedaron perdidos y sin rumbo tras la partida de la pequeña.

“Sé que estás bien. Nadie mejor que vos para estar en el paraíso. Esa certeza la tengo y me llena de paz”, escribe.

A lo largo de la carta, menciona varias veces a Benjamín, quien se convirtió en un pilar para ella, asegurándole que estarían bien, tranquilizándola cuando era necesario e incluso sosteniendola mientras dormían.

Lo que sigue es una desgarradora descripción de sus primeros días sin Blanca, de cómo despertaba en la noche sin poder respirar, cómo no sabía si iba a poder levantarse día a día o cuidar a su pequeño hijo Beltrán.

También cuenta que su hijo Bautista fue el primero en soñar con Blanca, y que en las mañana los llenaban de preguntas para saber de qué habían hablado.

Asimismo, reconoce que no podía ingresar al dormitorio de Blanca, como sí lo hacía Benjamín, quien solía mirar sus dibujos y sentir el olor de su ropa.

Puedes leer la carta completa en el libro que ya salió a la venta.