Uno de los grandes éxitos de Yuri, fue El Apagón, tema lanzado en 1990 y que pertenece a su disco Soy Libre. El sencillo bailable vendió medio millón de copias a sólo tres meses de su lanzamiento, ubicándose en los primeros lugares de los rankings de la época.

Sin embargo, no todos han notado un “pequeño” detalle del popular tema que hizo bailar a millones de personas en el mundo. Su letra cuenta un sórdido intento de violación e incesto.

Si leemos detalladamente la letra escrita por Manuel Esperón y Ernesto Cotázar, nos podemos dar cuenta que habla de una mujer que sufre un intento de violación en medio de un corte de luz generalizado, mientras caminaba por la calle.

“Iba sola por la calle cuando vino de pronto un apagón, vale más que yo me calle la aventura que a mí me sucedió”, dice la letra.

“Me tomaron por el talle, me llevaron al cubo de un Zaguán y en aquella oscura calle ¡Ay, que me sucedió!”, agrega.

El video, además de presentar a Yuri bailando y contando la historia, describe la situación y muestra cómo la joven es llevada a un callejón donde comienza a vivir manoseos de parte del desconocido, quedando en shock sin poder moverse.

“Me quede muy quietecita en aquella terrible oscuridad. Y una mano ay! ligerita me palpo con confianza y libertad. Si el peligro estaba arriba acá abajo la cosa andaba peor, fue tan fuerte la ofensiva ¡Ay!…… Que me sucedió”, explica luego el tema.

El tema y el video explican cómo luego el desconocido le quita la ropa, mientras ella piensa como defenderse. Pero cuando por fin logra ver su identidad, se da cuenta que era su padre, quien estaba intentando violarla.

“Y sin ver al enemigo en aquella terrible oscuridad. Me quitaron el abrigo. El sombrero y ……. ¡que barbaridad! Yo pensaba en el castigo, que a aquel fresco enseguida le iba a dar. Cuando encendieron las luces ¡Ay!…… era mi papá”, finaliza.

A partir de esta historia comenzaron a tejerse una variedad de teorías, como que el hombre quería violar a su propia hija o que no se dio cuenta que se trataba de ella, y sólo pretendía abusar de una mujer.

De cualquier forma, llama la atención la liviandad con la que se abordó el tema, especialmente en el videoclip, el cual tiene un tono de humor y jugueteo, donde incluso aparecen algunas personas viendo lo que ocurría sin hacer nada al respecto.