Steffi Méndez y Mónica Godoy fueron dos de las invitadas al último capítulo de Vértigo, donde ambas comentaron serios episodios de acoso sexual callejero de los que fueron víctimas.
La primera en hablar fue Méndez, quien recordó que hace un tiempo decidió grabar a un hombre que se sobrepasó con sus palabras. La modelo y actriz estaba esperando un taxi cuando un sujeto le gritó y comenzó a hacerle señas de grueso calibre.
“Volví y le pedí que repitiera lo que había dicho pero ante la cámara, pero se tapaba la cara… iba de copiloto y el piloto iba serio no decía nada”, recordó.
El relato de Godoy fue un poco más fuerte. Según comentó durante su adolescencia, el acoso callejero era “pan de cada día”. “A mi me pasó innumerables veces. Yo volvía caminando del colegio a mi casa, caminaba como 12 cuadras, y perdí la cuenta de cuántas veces me salió algún tipo detrás de un árbol mostrándome todo, masturbándose”, afirmó.
“Perdí la cuenta de cuántas veces me respiraron en la oreja en la micro (…) me rozaban, e incluso me tocaban en la micro”, agregó.
Para la actriz, lo más preocupante de todo es que este tipo de comportamiento comenzó a volverse normal para ella. “Yo con 13 o 14 años los miraba y era como ‘ah yaa’ (sic)”, sentenció.
Sin embargo, en una ocasión su mamá decidió hacer algo al respecto. “Un día llegué a la casa, y con mi mamá salimos a enfrentarlo. Mi mamá agarró el auto y empezamos a perseguirlo. Mi mamá le gritó de todo, pero ya era pan de cada día”, comentó.
La actriz también reconoció que no todos los piropos son malos, pero siempre va a depender de la forma, la confianza y el respeto con el que se haga.
