Emily in Paris se estrenó el viernes y ya encabeza la lista de lo más visto en Netflix en Chile. La serie, sin embargo, no tiene a todos tan contentos.

La producción protagonizada por Lily Collins, cuenta la historia de Emily, una ejecutiva conocedora de las redes sociales que es enviada a París para dar una perspectiva norteamericana a una pequeña agencia de marketing, adquirida por la empresa donde trabaja.

La joven millenial -que por cierto no habla francés- se enamora de la ciudad, pero debe hacer frente a sus colegas que no la aprecian para nada, una jefa que no la soporta y una nueva vida de soltera.

Su nueva vida la retrata en una cuenta en Instagram a la que llama precisamente “Emily in Paris”, la cual comienza a atraer la atención de los cibernautas y sus seguidores empiezan a subir como la espuma, pasando de 48 a 25 mil.

Gracias a esto se convierte en toda una influencer sin querer, lo que terminará por beneficiarla en su trabajo.

La serie que tiene 10 capítulos de 30 minutos, no tiene nada contentos ni a los franceses ni a los influencers. Los primeros se sienten ofendidos por cómo se ridiculizó su cultura en el programa, mientras que los segundos critican los clichés y faltas de la protagonista en sus post.

Algunas de sus publicaciones parecen inofensivas, como una foto junto al río Sena, otras con amigas y otras de su comida. Sin embargo, también se le ve fotografiando a extraños en la calle sin su permiso, incluyendo un par de menores de edad.

Un artículo de la revista inglesa Grazia, escrito por Guy Pewsey, afirma que “fotografiar extraños sin su permiso siempre inaceptable. Postearlo online es igualmente inaceptable”.

“Emily no quiere hacer daño, por supuesto. Ella es encantadora, bonita y dulce, la encarnación humana de un algodón de azúcar, pero está participando en una práctica turbia. Debajo de la sonrisa y las cejas tupidas y perfectas, ella es, una voyeur de las redes sociales sin control. En la vida real, la criticarían mucho por ello”, añadió.

La influencer parisina Monica de La Villardière, por ejemplo, afirmó que el post de un pain au chocolat publicado por Emily en la serie, no sería la mejor opción para ella. “Si publicara eso, déjame decirte lo que sucedería… Muchos norteamericanos y algunos británicos dirían, ‘Dios mío, increíble, estás viviendo tu mejor vida’. Luego, todos los franceses probablemente me dejarían de seguir… Algunas personas dirían: ‘Como si te hubieras comido ese pain au chocolat’”, aseguró al portal Vulture.

Otra publicación de Emily muestra una estatua masculina junto a la que escribe: “Abdominales cincelados”. “De nuevo… no es algo que creo que una francesa publicaría. Puedo entender que tenga likes porque es un poco gracioso. No lo sé. Quizás una chica francesa podría hacer eso en algún otro lugar, pero no en Francia. No no no”, aseguró la también influencer Lamia Lagha.

“Está tratando de encontrar la manera más fácil de conseguir más y más seguidores que respondan a este tipo de clichés… Ella está jugando ese juego. Y no se siente [contemporáneo]. París ha cambiado mucho”, cerró Lagha.

View this post on Instagram

going✈️paris! see u tomorrow 💕

A post shared by Emily In Paris (@emilyinparis) on