A pesar de ser uno de los actores más taquilleros del mundo y uno de los más admirados, Hugh Jackman lleva consigo un dolor que marcó su vida.
Cuando tenía ocho años, su madre Grace Greenwood se fue de la casa que la familia compartía en Sídney, Australia, y regresó a su Inglaterra natal, dejando a su marido y sus cuatro hijos.
“Puedo recordar la mañana en que ella se fue, son extrañas las cosas que recuerdas”, señaló en una sincera entrevista con el noticiero 60 minutos, donde no pudo contener las lágrimas.
Según el actor, la última vez que vio a la mujer llevaba una toalla alrededor de su cabeza, y había salido a decirle adiós mientras él se iba al colegio. “Cuando volví, no había nadie allí en la casa”, señaló. “Al día siguiente llegó un telegrama de Inglaterra, mamá estaba allí. Y eso fue todo”, comentó el protagonista de Wolverine.
Hace algunos años, la revista australiana Women’s Weekly afirmó que entre las razones que llevó a Grace a abandonar su familia fue la depresión post parto que vivió tras el nacimiento de Hugh y la melancolía que sentía de su patria.
Tras la partida de su madre (quien más tarde se separó oficialmente de su marido y rehizo su vida) los niños quedaron bajo la tutela de su padre Chris, quien batalló a diario con el cuidado de sus hijos y con su trabajo como abogado, aunque nunca perdió la esperanza que su esposa regresara. “Papá solía rezar cada noche para que mamá volviera”, recordó Jackman.
Con el paso del tiempo el hombre comenzó a hacerse la idea que tendría que hacer frente la paternidad sólo. “Mi padre es una roca. Mi padre es mi roca. Es de quien aprendí todo sobre lealtad, confiabilidad, estar allí día tras día, sin importar qué”, afirmó.
Sin embargo, Jackman aseguró que su papá también siente remordimientos por el tiempo que dedicó a su trabajo, en lugar de disfrutar de sus hijos. “Él no quiere que cometa ese error. En su forma gentil, él siempre me recuerda que esto es lo más importante”, explicó y agregó que es justamente por esta razón que intenta no pasar más de dos semanas alejado de su esposa e hijos.
Pero pese a los esfuerzos de Chris por suplir la ausencia de Grace, hubo cosas que no pudo evitar. De hecho uno de los recuerdos más dolorosos del actor es el temor que sentía de entrar a su hogar solo. “Era el más chico. Solía llegar primero a la casa y me asustaba entrar. No podía entrar a la casa por mí mismo. Esperaba afuera asustado y frustrado”, recordó.
Hugh creció como un “niño temeroso que se sentía impotente”, lo que generó rabia en él, la que finalmente emergió cuando llegó a la adolescencia y sus padres retomaron contacto. “Mi enojo no apareció hasta que tuve 12 o 13 años. Fue detonado cuando mis padres se iban a reconciliar pero finalmente no lo hicieron. Todos esos años había albergado la esperanza que lo hicieran”, recordó en una entrevista con la revista People.
Typical of me to forget to wear the track team shirt on photo day. #throwbackthursday @knoxgrammar
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“-En ese tiempo yo- Era una tormenta perfecta de hormonas y emociones”, explicó. “Nunca he dicho esto antes pero recuerdo que teníamos esos casilleros metálicos [en la escuela], y por alguna razón, nos parecía divertido golpearlos hasta que quedaban abollados. Era como ¿quién fue el más duro y loco?”, dijo.
El deporte se convirtió en una salida para su frustración, pero no fue suficiente. Finalmente, lo único que logró darle un poco de tranquilidad fue su acercamiento a la religión, la cual lo llevó a pisar un escenario por primera vez, donde por fin encontró un lugar que lo hizo feliz.
“En el escenario siento una intimidad que se siente natural, que es trascendente. Me siento tan íntimo con una audiencia como con mi esposa … A veces me siento más yo mismo en el escenario que fuera de él”, explicó a People.
“A través de la actuación, puedo encontrar un nivel de bienaventuranza, paz, calma y alegría. Y se siente natural”, reconoció.
Happy Father's Day to my Dad, Chris … And to all Dads around the world.
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Su primera obra fue My Fair Lady en 1985, junto a varios compañeros de curso en Australia. Luego de eso vinieron varios otros montajes, pero Jackman siempre tomó la actuación como un hobby.
De hecho, en 1991 se graduó en Licenciatura en Periodismo en la University of Technology Sydney, donde tomó un curso de teatro para tener algunos créditos extra. Ahí fue cuando supo que el teatro era su verdadera vocación.
A los 22 años ingreso a la Academia de Australia Occidental de Artes Escénicas en Perth (WAAPA) y desde entonces no se ha detenido.
La reconciliación con su madre
Pese a todo lo que sufrió producto de la partida de su mamá, el actor afirmó que nunca sintió que su madre no lo quería, a pesar que la veía una vez al año.
Jackman recompuso su relación con la mujer hace pocos años. “Llega un momento en la vida en el que tienes que dejar de culpar a otras personas por lo que sientes o las desgracias en tu vida. No se puede pasar por la vida obsesionado con lo que podría haber sido”, explicó a 60 Minutos y agregó que hoy se ven tres o cuatro veces al año.
El actor está actualmente casado con la actriz Deborra-Lee Furness (13 años mayor que él) y tiene dos hijos adoptivos.
