A más de un año desde la llegada de la pandemia a Chile, el “comportamiento” del mercado inmobiliario en la región Metropolitana continuó mostrando cambios y nuevas tendencias.

Un estudio trimestral de Portalinmobiliario.com reveló los principales resultados al respecto, tras analizar variables del comportamiento de los usuarios a la hora de buscar una vivienda ya sea para arrendar, vender o comprar.

Impacto en localidades cercanas al Gran Santiago

Si se analiza los días de permanencia de los avisos publicados de arriendo de casas en la región Metropolitana, se observaron caídas muy importantes en sectores aledaños al Gran Santiago como Pirque, que bajó la cantidad de días que permanece publicado un aviso de estas características de 95 días promedio a solo 37.

En Talagante, la caída fue de 67 días a 31; en Colina de 50 días a 33; y en Buin de 44 días a 26.

“Además, a nivel de precios se observan datos interesantes, ya que Buin tuvo un aumento anual en sus precios de venta de un 14%, Paine un 13%, y Peñaflor un 10,9%”, afirmó el informe.

Más allá de la región Metropolitana otras localidades que han suscitado un especial interés han visto aumentar sus precios a tasas similares en casas como Santo Domingo con un 10,9%, Papudo 12,1% y Pichilemu con un 24%.

“Estas variaciones son sumamente altas considerando, por ejemplo, que en el Gran Santiago el crecimiento fue de un 6,3%, siendo ya un valor anómalamente alto considerando los últimos años”, aseguró Nicolás Izquierdo, gerente de Planificación y Operaciones de Portalinmobiliario.com.

Cambios dentro del Gran Santiago

Otras zonas del Gran Santiago han comenzado a tomar mayor protagonismo como el Sector Poniente, que tiene como característica precios más asequibles y mayores opciones de espacios.

De esta forma, fue el sector de mayor crecimiento de demanda durante este periodo, además el de mayor crecimiento en precios de venta con un 8,5% en departamentos y un 9,2% en casas.

En el lado opuesto aparece el Sector Oriente, precisó el reporte, que fue el de más bajo crecimiento dentro del Gran Santiago en términos de contactos generados a través del sitio.

“Esto podría tener una explicación práctica, ya que, al disminuir la necesidad de traslado a los polos de oficina en esta zona, buscar un lugar en esas comunas perdería en parte preponderancia. Además dado el contexto económico donde mucha gente ha visto reducir de manera importante sus ingresos, esta zona perdería relevancia debido a que sus precios tanto en venta como arriendo son más altos”, explicó Izquierdo.

Preferencia por regiones cercanas

Si al comienzo de las cuarentenas se observaba un aumento importante de preferencias por zonas más alejadas de la Zona Centro como la región de Los Ríos y Los Lagos, actualmente se observa una moderación de los crecimientos en estas regiones, aumentando a su vez el interés por zonas más céntricas cercanas a Santiago, liderando El Maule con un 253,7%, seguida de Coquimbo con un 231,7%, O’Higgins con un 215,5% y Valparaíso en un cuarto lugar con un 198,8%.

A juicio del gerente de Planificación y Operaciones de Portalinmobiliario.com, este cambio podría estar influenciado por “tres aspectos principales: por un lado, ante el avance de la pandemia, si bien continúa el interés por habitar en zonas más alejadas y tranquilas, también ha surgido como un escenario posible a futuro, una compatibilidad entre trabajo en casas y oficina, aspecto que podría ser más fácil de compatibilizar mudándose a distancias más cortas de Santiago”.

En segundo lugar, el mudarse no tan lejos de la ciudad “permite sacrificar menos en términos afectivos y mantenerse más cerca de la familia, amistades y otros grupos de apoyo”.

Finalmente, Izquierdo señaló que “el factor playa también jugaría un rol relevante en esta decisión de buscar zonas más centrales, privilegiando zonas con climas más amigables que las que se pueden encontrar en lugares más alejados del país”.

La oficina en casa

Finalmente, más allá de la prioridad de espacios amplios que se estuvo observando durante el año pasado, se ha sumado a estas preferencias aquellos departamentos con dormitorio extra, que tendrían la finalidad de adecuarse como oficina.

De esta manera, los cuatro tipos de programa que tuvieron un mayor crecimiento en contactos año contra año fueron 4 dormitorios 2 baños (4D-2B), 3D 1B, 2D 1B, y 3D 2B.

“Para muchas personas ya sea solas o en familia, destinar un lugar para trabajar ha sido sumamente complejo, ya que los dormitorios, livings o cocinas no reúnen en general las condiciones para trabajar cómodamente en una mesa y una silla adecuada para estar sentado por tiempo prolongado, de manera que adecuar una habitación para este propósito ha adquirido un gran interés para los usuarios”, finalizó Izquierdo.