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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Las Cooperativas de Crédito y Ahorro asociadas en Coopera alertaron sobre dificultades para comunicarse con sus socios desde la implementación de los prefijos 600 y 809 en llamadas que provengan desde ciertas entidades, según la normativa de la Subsecretaría de Telecomunicaciones. Este cambio ha reducido la "contactabilidad" hasta un 60%, generando preocupación en el sector por posibles implicaciones en los clientes.

Las Cooperativas de Crédito y Ahorro que operan en Chile -asociadas en Coopera- advirtieron dificultades para comunicarse con sus socios desde que la normativa obliga a las empresas a utilizar los prefijos 600 (o 809) como número único para llamadas comerciales y de atención al cliente.

Sobre eso último, cabe recordar que desde el 13 de agosto la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) ordenó que todas las llamadas comerciales y masivas lleven los prefijos 600 y 809 para su identificación.

El prefijo 600 quedó definido para llamadas solicitadas por los usuarios o que, eventualmente, podrían ser esperadas por provenir de una empresa o institución con la cual se tiene vínculo; mientras que las llamadas que portan el 809 pueden ser identificadas como no deseadas.

Cooperativas alertan dificultad para comunicarse con socios

Desde el sector de las cooperativas informaron, mediante un comunicado, que la implementación de los prefijos -en este caso el 600- les está afectando directamente el vínculo con sus socios.

Alex Figueroa, presidente de Coopera y gerente general de Detacoop, comentó que “hoy prácticamente nadie contesta cuando ve un número 600”.

“Las cooperativas nos caracterizamos por mantener una relación directa con nuestros socios, pero esta nueva norma nos está dejando sin la posibilidad de contactarlos”, explicó.

Eventuales consecuencias financieras

Desde Coopera detallaron que hace apenas un mes, la disminución en la “contactabilidad” rondaba el 40%, pero actualmente “ya supera el 50% e incluso llega al 60% en algunas instituciones”, señaló Figueroa.

Esta desconexión -añadió- no solo dificulta las gestiones cotidianas, sino que podría generar “implicaciones financieras” ante la menor contactabilidad y, por tanto, un posible encarecimiento de los créditos.

Por todo, desde Coopera plantearon al regulador la posibilidad de “suspender transitoriamente la obligatoriedad” del uso de los prefijos 600 y 809, mientras se evalúen alternativas que permitan distinguir el tipo de llamada y recuperar la confianza del usuario.

“Lo razonable sería buscar un sistema que permita identificar claramente si la llamada es comercial, informativa o de cobranza. Hoy todo está mezclado en un mismo saco; y eso genera confusión y desconfianza”, concluyó Figueroa.