"La Sociedad (Cementos Biobío) se encuentra monitoreando constantemente el proceso político y social que vive el país, y que podría traducirse en la promulgación de una nueva Constitución Política, con el objeto de analizar los posibles impactos y riesgos”, fue parte de lo que sostuvo la empresa.

La empresa penquista Cementos Biobío reportó una nueva caída en el despacho de insumos básicos para la construcción, la que se volvió compleja durante el primer trimestre de este año.

Lo anterior, debido a que la compañía anotó un 20% menos de despachos de cementos, que se compara con el retroceso de un 16,2% en el trimestre anterior.

Según lo detalló en un nota el Diario Financiero, además se reportó un 22,5% menos en lo que respecta al hormigón, que se superpone a la caída del 17,2% registrada a fines del año pasado.

El segmento de negocios que agrupa a ambos insumos anotó un resultado negativo de $1.759 millones, que se diferencia de los $1.489 millones anotados en el primer trimestre del 2022.

“Los escenarios bajo pandemia y sus distintas fases, la guerra entre Rusia y Ucrania, la alta inflación tanto local como internacional, el aumento de las tasas de interés, y su impacto en la actividad de los sectores inmobiliarios, de infraestructura, y concesionados, están implicado un desafío mayor para el desarrollo normal de los negocios de la compañía”, dijo la firma.

Riesgos de mercado por parte de Cementos Biobío

En tanto, la cementera reportó ingresos por $ 87.989 millones, un 14% más que en 2022. Y las utilidades ascendieron a $4.739 millones, lo que significa un 10% más que en el primer trimestre del 2022, explicado principalmente por la mayor ganancia de actividades de la operación.

“Durante el año 2023 las inversiones principales corresponden a equipos y sistemas relacionados a la optimización de procesos productivos y de soporte”, dijo Cementos Biobío.

En cuanto a los riesgos de mercado, la compañía señaló que si bien, existen variables “que aún siguen afectando el crecimiento de los mercados en 2023”, como la inestabilidad política y social local.

Y destacó la entrada en vigencia el impuesto verde, “por lo que la sociedad reconoce el impacto de dicha normativa en los estados financieros al 31 de marzo del 2023”.