Según lo detallaron varios medios, la firma inmobiliaria Penta Ingeniería apuntó a “las pérdidas de cientos de millones (de personas) por un incumplimiento de pagos de las constructoras" y la falta de nuevos proyectos. Es por esto y otros motivos que pidieron su quiebra.

La crisis inmobiliaria que golpea a nuestro país cosechó una nueva víctima, tratándose esta vez de la empresa Penta Ingeniería, creada en 1983 y liderada por Ramiro Beltrán, la que ya solicitó su quiebra.

Desde la empresa se responsabilizó a “la quiebra de un porcentaje importante de las empresas constructoras del país durante los años 2020-2021″.

“Algunas de ellas eran clientes importantes de la cartera”, dicen, lo que se suma además a “la baja en la actividad económica en el último año y la recesión en ciernes”.

Todo esto “redujo sustantivamente las ventas de proyectos y hace inviable continuar con las operaciones de Penta Ingeniería”, agregó la inmobiliaria en su solicitud de liquidación voluntaria.

Según lo destacó el Diario Financiero, la empresa se dedicaba al diseño y montaje de ingeniería eléctrica, participando en centenares de proyectos en la minería.

Junto con lo anterior además se destacó en proyectos de salud, infraestructura, industria y edificación urbana, entre otros, a lo largo de todo Chile.

“Durante los primeros años el negocio fue próspero y fructífero, la empresa tuvo un crecimiento sostenido duplicando la facturación del año anterior con un aumento de su cartera de clientes y proyectos”, sostuvo Penta Ingeniería.

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Continúan diciendo que: “Producto de su gran labor y una excelente administración se logró soslayar las crisis económicas de los años 1999 y 2008, y a pesar de las dificultades se acrecentó su capacidad productiva”.

No obstante, la compañía apuntó luego a los efectos que tuvo en sus balances la crisis social y la pandemia. Posteriormente se declaró la pandemia, lo cual -afirmó la empresa- aumentó aún más la brecha de facturación.

“Las restricciones sanitarias trajeron como consecuencia que la empresa se encontrara prácticamente cerrada durante los años 2020 y 2021”, sostuvo.

Crisis inmobiliaria y caída de Penta Ingeniería

La situación fue tal, afirmó la empresa, que a partir de ese momento sólo tuvo pérdidas. Además, sumó el impacto que tuvo la quiebra de varios clientes, específicamente constructoras.

En concreto, detalló que, durante el año 2020, la Constructora SAE solicitó su reorganización, terminando en una liquidación. Con esta firma, dijo, tenía dos obras activas, dejando una gran deuda sin pagar.

Luego la Constructora Santafé también solicitó la reorganización, concluyendo en una liquidación, con la cual también tenía obras activas, incrementando las pérdidas de incobrables.

Finalmente, en el año 2022 los problemas de la Constructora ISA terminaron por derrumbar a la empresa, dijo la administración de Penta Ingeniería.

“De acuerdo con lo anterior, no fue posible mantener el nivel de egresos que exigían los compromisos tanto con los proveedores como con los empleados”, comentan.

Se trata de “una serie de eventos desafortunados”, dijo la empresa, entre ellos la “paralización de las obras, las pérdidas de cientos de millones (…) y la falta de nuevos proyectos.