El directorio de Latam Airlines convocó a una junta extraordinaria de accionistas para informar del proceso de reorganización que está llevando adelante la compañía, a través de la Ley de Quiebras en Estados Unidos.

El CEO de la firma, Roberto Alvo, reconoció que la recuperación de las operaciones será más lenta que lo estimado inicialmente, con niveles inferiores al 50% de lo habitual a finales de este año. De acuerdo a la estimación del ejecutivo, la industria no recuperará el desempeño que mantenían previo a la crisis, sino hasta 2023.

En ese sentido, anticipó que la compañía tendrá que llevar adelante un plan “agresivo pero flexible” de reestructuración, sin descartar nuevos despidos, tomando en cuenta que hoy mantienen en torno a 13.500 colaboradores, y para operar -indican- necesitan sólo entre 5 y 6 mil.

Respecto del financiamiento de US$1.100 millones que aún requieren para el proceso de reorganización, Alvo señaló que están abiertos a cualquier tipo de ayuda por parte del Estado, incluyendo una participación directa en la compañía.

Sin embargo, advirtió que la única condición es que la posterior retribución sea coherente al nivel de ayuda.

En cuanto al nivel actual de operaciones, detalló que están funcionando con normalidad en el transporte de carga y al 7% de su capacidad en el transporte de pasajeros, pero pretenden aumentar hasta un 15% durante el mes de julio.

En cuanto a las operaciones domésticas en Argentina, que a partir de ayer cesaron por tiempo indeterminado, recalcaron que seguirán funcionando a través de otras filiales de la región, pero las condiciones para funcionar en dicho mercado “no eran viables ni solventes en el largo plazo”.