Exautoridades de salud proyectan que las millonarias pérdidas de las isapres acumuladas en los dos últimos años son históricas. Algunos destacan el rol que ha cumplido el Gobierno para dar certezas de que las prestaciones a los afiliados continuarán, mientras otros adelantan que, por el complejo escenario, algunas isapres podrían quebrar en el mediano plazo.

El presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Simón, informó que la industria acumula pérdidas cercanas a los 150 mil millones de pesos a septiembre, y que -con estos resultados- el 2022 se convierte en el peor año de la historia para las aseguradoras privadas.

Fue a través de una entrevista con El Mercurio donde manifestó este complejo escenario económico en el sector, agregando que en el presente hay dos grandes desafíos; por un lado, enfrentar la tabla de factores que ha generado judicialización y, por otro, el nuevo proceso de reajuste de precios de los planes, que recordemos, fijó un tope máximo del 7,6% de variación, lo que catalogan como insuficiente.

Al respecto, el exsuperintendente de salud, Patricio Fernández, indicó que existen perdidas mayores a los 300 mil millones de pesos tomando en cuenta los dos últimos años y, según detalló, este déficit se explica por los inconvenientes en los procesos de adecuación de las alzas en los precios de planes, que no dan certezas.

Quien desempeñó el mismo cargo, Sebastián Pavlovic, señaló que las cifras no son una sorpresa. En este sentido, declaró que el Gobierno mantiene conciencia del riesgo actual de las isapres, no sólo respecto a la reforma de salud, sino por intentar darle continuidad a las prestaciones que demandan los más de 3 millones de afiliados en el sistema privado.

¿Quiebra a la vista?

El exministro de salud, Jaime Mañalich, adelantó que por estas pérdidas el sistema de aseguradoras privadas no soportará por mucho tiempo el deficit, y no descartó que algunas isapres quiebren en el mediano plazo.

El presidente del gremio indicó que hay un serio riesgo de que las isapres no puedan contar con los recursos requeridos para poder solventar y cumplir con los beneficios a sus afiliados, y que se necesita equilibrar los ingresos con los costos de los beneficios para revertir la compleja situación.