Economistas llamaron a la calma frente a la opción de restricciones asociadas a la nueva variante del coronavirus, ómicron, y sus impactos sobre la economía global. Si bien un brote en países asiáticos golpearía la cotización del cobre, se estiman menores impactos respecto de los sufridos en 2020.

El descubrimiento de la nueva cepa ómicron de covid-19 generó una alerta en los mercados tras la aparición de esta variante en África, Asia y Europa, debido a que tiene un alto potencial de propagación.

Un clima se incertidumbre se vive en las principales bolsas del mundo, debido al temor que existe de un potencial recrudecimiento de la situación sanitaria en las principales potencias económicas, además de la aparición de nuevos periodos de confinamiento.

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Según el economista y académico de la Universidad del Desarrollo, Felipe Berger, las nuevas cuarentenas podría afectar la demanda de cobre por parte de países asiáticos.

Por su parte, el profesor de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, aseguró que es muy prematuro para pensar en un nuevo confinamiento, por lo que hay que esperar las conclusiones científicas.

En la misma línea, la académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, dijo que pese a la pesimista reacción que tuvieron los inversionistas con la nueva cepa, los efectos no serán tan negativos como los que se vieron en 2020.

La Organización Mundial de la Salud informó que se necesitarán varias semanas para determinar la transmisibilidad de la variante y la eficacia de las vacunas contra ella. Sin embargo, las principales bolsas del mundo operaron fuertemente a la baja durante el viernes.

Acoplándose a la tendencia global, la Bolsa de Santiago culminó la jornada con una caída de 0,49%. En tanto, el cobre cayó más de 3% en la Bolsa de Metales de Londres para ubicarse en torno a US$ 4,37 la libra.