El fabricante de automóviles francés Renault registró una pérdida histórica de 8.000 millones de euros (9.600 millones de dólares) en el año 2020, marcado por la crisis de coronavirus, según resultados publicados este viernes.

En el primer semestre, el grupo registró una pérdida de 7.300 millones de euros (8.800 millones de dólares) en el contexto de la crisis de covid-19. Pero limitó los daños en el segundo semestre con sólo una pérdida de 660 millones de euros (casi 800 millones de dólares) y un retroceso en el volumen de negocios de 8,9%.

Este descalabro histórico se explica sobre todo por la contribución del socio japonés Nissan, del que Renault tiene el 43%: penalizó al grupo francés a la altura de 4.900 millones de euros (5.900 millones de dólares).

Por su parte, Renault vio caer sur ventas un 21,3% en un año, con menos de tres millones de vehículos vendidos, en un mercado automovilístico totalmente hundido.

Aún así, Renault obtuvo un margen de explotación de 3,5% en el segundo semestre, “una primera etapa de la recuperación del grupo”, se congratuló el grupo.

“El año 2021 será difícil, con la incertidumbre ligada a las crisis sanitarias y también al suministro de componentes electrónicos”, dijo el director general, Luca de Meo, citado en el comunicado.

Entretanto, en la Bolsa de París, la acción del grupo perdía cerca de un 2%, en un mercado al alza.

Para 2025, Renault espera haber mejorado su rentabilidad vendiendo menos vehículos y ahorrando, según su plan “Renaulution” presentado en enero, que priorizará la producción de compactos y berlinas y reforzará las ventas de sus modelos híbridos y eléctricos.

El Estado francés, accionista de Renault, considera “convincente” este plan de transformación.

Renault, ya debilitado antes de la crisis sanitaria, había anunciado a finales de mayo de 2020 un plan de ahorro de más de 2.000 millones de euros (2.400 millones de dólares) en tres años, incluyendo la supresión de unos 15.000 puestos de trabajo en todo el mundo.