Según una encuesta elaborada por el Centro de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, más de 2 millones 300 mil personas perdieron su trabajo en los últimos doce meses.

La encuesta realizada entre el 27 de julio y el 2 de agosto, también reveló que tomando en cuenta a quienes desistieron de buscar empleo y los contratos temporalmente suspendidos, hay tres millones de puestos de trabajo comprometidos en la actual crisis.

Así, la tasa de desempleo cayó, desde un 11,5 a un 10,8% respecto a la medición anterior, aunque esta cifra no revelaría la magnitud de la crisis.

Este fenómeno se da porque la fracción de la población dispuesta a trabajar se desplomó en los últimos doce meses, cayendo un 23% con 2 millones 200 mil personas que pasaron a la inactividad.

Por eso, una medición más precisa respecto al mercado laboral es la destrucción de empleos que, en este caso, afectó a 2 millones 300 mil puestos de trabajo en relación al año pasado.

Según la encuesta, 1 millón 300 mil personas que están en la inactividad dijeron que si no fuera por la pandemia sí buscarían trabajo.

Por eso, un ejercicio que hace el informe es combinar ambos grupos, desalentados con desempleados, y esa tasa combinada representaría una tasa de desempleo de 24,4%.

Estamos hablando de un desplome en un plazo de solamente un año, por lo cual el economista David Bravo, que lidera este organismo, afirmó que ya es posible hablar de una de las peores crisis de la historia.

“Inicialmente parecía un poco exagerado decir que era cercana a la del ’82, y me parece que tal como estamos, esto va a ser superior que la crisis del ’82. Esta crisis está generando un hoyo en el empleo, que medida en su punto máximo, ya toca 3 millones de empleos, esa es la magnitud que tenemos”, lamenta Bravo.

Se habla de tres millones de empleos porque hay cerca de 880 mil desocupados, 1 millón 300 mil personas que no están buscando trabajo, pero hay una tercera variable que son los contratos suspendidos, que de acuerdo al último balance son más de 710 mil.

Uno puede hacer la suma, pero las tasas suelen ser más decidoras, y el informe también hace ese ejercicio. En un escenario pesimista, en que se cuenta a todo ese grupo como desempleados, la tasa sería de 31,1%.

En un caso hipotético más realista, donde solo la mitad no podrán recuperar su trabajo, esta tasa de desempleo total sería de un 27,7%.

En cuanto a las características de los desempleados, la destrucción de los puestos de trabajo afectó especialmente a sectores de menores ingresos. En el quintil de mayores ingresos, hay un 58,9% de ocupación, mientras que en el de menores ingresos es de 28,4%.

Y la caída en el empleo se siente también con más fuerza en el servicio doméstico, con un 54% y los trabajos por cuenta propia con un 36,4%.

Con esas características, la economista y académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, estimó que la recuperación será un desafío tremendo, y en ese sentido podría ser algo incluso más grave que la crisis de la década de los 80.

“La situación de los profesionales, es de alguna manera las personas que logran mantener su actividad productiva porque logran trabajar de manera remota o tienen más opciones desde el punto de vista laboral en este minuto”, asegura.

Esta vez también se hizo énfasis en que esta caída en la participación, este retroceso de la fuerza de trabajo, está afectando especialmente a las mujeres, donde el porcentaje que se trasladó a la inactividad en los últimos doce meses fue de 27%, muy por encima del 19% en hombres.

Y esto se relaciona especialmente con la asignación de las labores del hogar en tiempos de confinamiento. Los datos revelan que, semanalmente, las mujeres dedican nueve horas más que los hombres a las tareas del hogar.

Si bien la brecha ya estaba presente antes de la pandemia, es uno de los factores que explican este aumento de la inactividad y que, según la representante de ONU Mujeres en Chile, María Inés Salamanca, requieren un cambio cultural profundo.

“Esto requiere una transformación y un cambio cultural a todos los niveles. Hoy día, las niñas y los niños están viendo el comportamiento al interior de los hogares y si ven que esa sobrecarga de trabajo sigue recayendo sobre los hombros de las mujeres, en forma desproporcionada, es muy difícil poder conseguir los cambios culturales que se necesitan”, comenta.

Esto será y es una prioridad absoluta para el Gobierno, según recalcó el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, que adelantó que en los próximos días podríamos conocer el plan en materia de reactivación económica y recuperación de los empleos que deslizó Sebastián Piñera en su Cuenta Pública.

“El foco va a estar puesto en cómo recuperamos el 1,8 millones de empleos que hemos perdido. En este plan que se va a presentar van a venir planes de obra, apoyos a las pymes, simplificación de tramites; cosas que tienen que ver con economía, con hacienda, con trabajo, con subsidios al empleo y obras a lo largo de todo el país”, afirmó.

Uno de los puntos más característicos de la crisis es también la velocidad de la caída, a contar de abril. En sólo los últimos cuatro meses los ocupados cayeron un 13,5% y los desocupados aumentaron 5,2%.

Hoy, según el estudio, la fuerza de trabajo la componen 7 millones 470 mil personas, y los inactivos, 8 millones 270 mil personas.