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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Investigadores de la Universidad de Texas descubrieron un mecanismo que aumenta la potencia de ciertos terremotos, gracias al sismo de magnitud 7,4 que ocurrió en Calama, Chile, en 2024. El evento rompió esquemas al ocurrir a una profundidad intermedia que generó un movimiento fuerte en superficie.

Investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, descubrieron un mecanismo que puede aumentar la potencia de ciertos terremotos. Esto gracias a un sismo de magnitud 7,4 que sacudió Calama, Chile, en 2024.

El sismo de Calama, que ocurrió en julio de año pasado, provocó cortes de luz y causó daños en algunos edificios, pero lo raro es que fue fuerte, pese a que ocurrió a una profundidad intermedia, fenómeno que suele producir temblores mucho más suaves en la superficie.

El movimiento, en cuestión, se detectó a unos 125 kilómetros de la superficie de la Tierra, dentro de la placa tectónica. Ahora, los científicos proponen una explicación a por qué fue más fuerte en la superficie.

De acuerdo con un comunicado de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Texas, en el caso de Calama, el sismo “rompió con lo previsto” debido a una secuencia de eventos que contribuyó a potenciar la magnitud del movimiento.

¿Qué pasó con el sismo de Calama?

Los científicos que estudian los terremotos, creen que los sismos de profundidad intermedia ocurren por un fenómeno al que llaman “fragilización por deshidratación”, pero el temblor en Calama habría superado los límites de este.

La “fragilización por deshidratación” ocurre cuando una placa tectónica en subducción (que se desliza debajo de otra) se hunde hacia el interior caliente de la Tierra. Así, el aumento de calor y presión expulsa el agua y minerales de la roca que se secaba, debilitándola y fracturándola, lo que provoca su ruptura y desencadena un terremoto.

Este fenómeno se detiene cuando las temperaturas superan los 650° C, pero los investigadores creen que el temblor de Calama superó este límite y se adentró unos 50 kilómetros en zonas aún más calientes, a través de un mecanismo al que llaman “pisa térmica”.

Es la primera vez que observamos un terremoto de profundidad intermedia que rompe con lo previsto, pasando de una zona fría a una muy caliente y propagándose a velocidades mucho mayores”, explica Zhe Jia, autor principal del estudio.


*Esta ilustración muestra los dos mecanismos de ruptura descritos en el artículo: la fragilización por deshidratación y la pista térmica, y cómo pudieron haber incrementado la fuerza del terremoto de Calama en 2024 | Crédito: Jia et al.

“Esto indica que el mecanismo cambió de fragilización por deshidratación a descontrol térmico”, añade.

Este hallazgo, apunta el experto, permitirá conocer mejor la naturaleza de los terremotos en Chile, país que sobresale por su actividad sísmica, para tomar mejores medidas de prevención, como planificar infraestructura, sistemas de alerta temprana y de respuesta rápida.

Estos eventos chilenos están causando más temblores de lo que normalmente se espera de terremotos de profundidad intermedia y pueden ser bastante destructivos(…) Nuestro objetivo es aprender más sobre cómo ocurren estos terremotos, para que nuestra investigación pueda respaldar la respuesta a emergencias y la planificación a largo plazo”, concluye.

Referencia:

Jia, Z., Mao, W., Flores y otros autores. Deep intra-slab rupture and mechanism transition of the 2024 Mw 7.4 Calama earthquake. Revista Nature Communications, 2025.