China está planeando su próxima misión a la Luna, se trata de un robot volador que viajará al lado oculto del satélite el próximo año, con la tarea de buscar agua congelada.
De acuerdo con CNN será una especie de “detector robótico” que se desplegará en el polo sur lunar en el marco de la misión Chang’e-7, que busca eventualmente llevar humanos a la Luna. De hecho, China espera concretar esta meta en 5 años más.
Ya se han encontrado rastros de agua en muestras de la Luna, pero algunos científicos sostienen la teoría de que en los cráteres más profundos de la superficie lunar puede haber hielo.
Encontrarlo sería más útil para cuando comiencen a establecerse bases de investigación en el satélite, que serán habitadas por astronautas, un objetivo al que aspiran tanto China como Estados Unidos, que está más pronto a su alunizaje, pronosticado dentro de los próximos dos años.
“Hay algunas cuevas muy profundas en el polo sur de la Luna y creemos que puede haber agua allí. Esperamos que el detector volador pueda realizar inspecciones in situ en una o dos cuevas después del aterrizaje”, explicó Wu Weiren, diseñador jefe del Proyecto de Exploración Lunar de China.
¿Un robot que saltará en la Luna?
Chang’e-7, que está programada para lanzarse en 2026, hará el estudio más detallado del polo sur de la Luna. Para ello, utilizará un orbitador, un módulo de aterrizaje, un explorador y el ya mencionado detector volador.
Este robot tiene la capacidad de doblar sus piernas y aterrizar, amortiguando la caída similar a como funcionan las extremidades humanas. Así, realizará algunos saltos desde áreas iluminadas por el Sol a las sombras de los cráteres, donde podría estar el hielo.
Los científicos de la Administración Nacional del Espacio de China, esperan que el dispositivo haga al menos 3 saltos y pueda determinar si hay hielo en esa zona. En consecuencia, identificaría cantidad, ubicación exacta y otros análisis detallados.
Todo eso será posible si es que el robot soporta las condiciones extremas del polo sur lunar. Estudios previos han determinado que el hielo posiblemente se encuentra en las zonas más oscuras y frías de los polos lunares, donde las temperaturas menos frías rondan los -150 grados Celsius.
“Trabajar durante mucho tiempo en estas circunstancias es un gran desafío“, advirtió al medio Tang Yuhua, diseñador jefe adjunto de la misión Chang’e-7.