Durante el pasado martes se registraron una seguidillas de sismos en la región del Biobío, los cuales fueron clasificados en la escala Richter. Sin embargo, este concepto no sería el adecuado para el fenómeno ocurrido.

Efectivamente, la escala de magnitud Richter mide cuánta energía fue liberada por un sismo en particular, y para ello, su creador, un científico del mismo nombre llamado Charles Richter, se inspiró en la escala de magnitud astronómica, que mide el brillo de las estrellas.

La idea de este sismólogo, fue diferenciar los terremotos grandes y catastróficos, de los que eran comunes y pequeños, “independiente de la distancia a la que estuvieran. Así que creo la magnitud a la que le decimos magnitud de Richter, que servía para terremotos en California”, explica la geofísica del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, María Constanza Flores.

“Con el tiempo esa magnitud se fue adaptando a otros lugares, llamándose entonces magnitud local (Ml). Pero magnitud local, al igual que otras magnitudes tenían un problema: todas ellas saturan para sismos de gran magnitud. Eso quiere decir que tienden a subestimarlos, lo que no nos permite conocer cuál es realmente la magnitud del sismo”, continúa explicando la geofísica a través de su cuenta de Twitter.

Magnitud de Momento | Sismología Universidad de Chile, Twitter

De acuerdo a la científica, fue hasta fines de los años 70 que el sismólogo Hiroo Kanamori, “ideó una nueva forma de medir la energía de los sismos, y con ello crear una nueva escala de magnitud: la magnitud de momento (Mw). Esta es ampliamente usada sobretodo para sismos de magnitud importante (M>6) al rededor del mundo”.

Y la razón de por qué los sismos ocurridos el pasado martes sería erróneo clasificarlos en la escala Richter, fue porque en ese caso, no fue dicha magnitud la utilizada para caracterizar el movimiento.

“Y la magnitud local (o magnitud de Richter) es más bien utilizada en sismos pequeñitos, que son los que menos se sienten en la población (entonces casi nunca hablamos de ellos cuando hablamos de algun sismo)”, agrega.

“Yo soy de la idea que simplemente no le añadamos nada a la magnitud: “El sismo fue de magnitud 6.6″ está perfecto”, explicó la geofísica, agregando además que el concepto “grados” también está mal empleado, debido a que la magnitud no se mide de esta manera.

Esto, “nace de la confusión de conceptos entre la magnitud e intensidad, porque la escala de intensidad (Mercalli), sí está medida en grados. Pero, la escala de magnitud no si mide en grados, porque no tiene una unidad y no es una escala graduada, es decir, no aumenta de manera gradual sino exponencialmente”.

Asimismo, debe quedar en claro que “magnitud” e “intensidad” responden a fenómenos diferentes. Los sismos se miden con distintas escalas, siendo las más comunes la de “Magnitud Local” (o también llamada Richter) y la de “Intensidad Mercalli Modificada”.

Según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, la Magnitud mide la energía liberada en el hipocentro del sismo, que es el lugar donde se produce el choque de las placas o la ruptura de ellas. Esta se mide con instrumentos especializados que, donde estén ubicados registrarán el mismo rango de magnitud.

Mientras tanto la Intensidad no es una sola, de hecho son varias y se habla de Intensidades, que miden de manera subjetiva la violencia con que se siente un sismo en diversos puntos de la zona afectada.

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Para la medición, se observan los efectos o daños producidos por el temblor en las construcciones, objetos, terreno e impacto que provoca en las personas. Su valor depende de la distancia del epicentro, tipo de construcción, calidad del suelo o roca de la localidad y del lugar que ocupan las personas.