El bioquímico Pablo Valenzuela Valdés ha dividido las opiniones de la comunidad científica recientemente, tras una declaración que evidenció su desacuerdo con el programa Becas Chile. “Eran un gastadero de plata”, dijo en entrevista con La Tercera al referirse a la iniciativa.

A su vez, el Premio Nacional de Ciencias 2002 y director científico de la Fundación Ciencia y Vida defendió la gestión del jefe de la cartera Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el ministro Andrés Couve, al decidir la suspensión de Becas Chile para el próximo año.

“Estar solventando la estadía de familias completas en el extranjero con gastos bastante onerosos no se justificaba. ¿Por qué? Porque la gran mayoría de esos alumnos, por muy buenos que sean, van a estudiar un doctorado. Un doctorado es la primera pata en la ciencia. Y tenemos en Chile varias universidades con excelentes doctorados, que de hecho se estaban quedando sin alumnos buenos porque se iban para afuera. Es tonto gastar plata en algo que está prácticamente parado en Estados Unidos y que, además, se puede obtener fácilmente en Chile, de alto nivel”, expresó Valenzuela.

Entre las diversas opiniones a raíz de las declaraciones realizadas por el Premio Nacional se encuentran quienes también cuestionan el sistema, pero no están de acuerdo con su forma de calificarlo. Diego Castro, director ejecutivo de Redes Chilenas de Investigación (ReCh), comentó a El Mostrador que “llamarla un ‘gastadero de plata’, como lo hace el señor Pablo Valenzuela, es simplista, miope y peligroso”.

Castro sostuvo que “la formación en el extranjero debe ser complementaria a la formación nacional, pues implica muchos beneficios para el país, lo que la hace muy difícil de reemplazar. No sólo permite obtener una formación de calidad en algunas de las mejores universidades del mundo, sino que permite generar redes internacionales y recoger buenas prácticas en todas las áreas del saber incluidas, por ejemplo, las políticas científicas. En una era en la que la ciencia y el conocimiento son cada vez más globales e interconectados (pensemos, por ejemplo, en el covid-19) las comunidades científicas no pueden actuar como isla, sin conectarse entre sí. Para eso Becas Chile es un aporte”.

Otro consultado por el citado medio fue Matías Ayala, de la Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades, quien fue abiertamente crítico con la postura del científico. “El objetivo que debiéramos tener es ampliar la capacidad de investigación nacional y de producción conocimiento, tanto en Chile como en el extranjero. Valenzuela no pone énfasis en las instituciones o comunidades de productores de saber, menos en sus becarios y becarias. No: su objetivo declarado es el fomento del desarrollo privado para favorecer a las empresas con una clásica mirada a corto plazo, reductora y economicista”, opinó.

Desde la Asamblea por el Conocimiento y la Investigación se enfatizó en el tinte político de las declaraciones del Premio Nacional: “Valenzuela fue rescatado -seguramente por algún asesor de la presidencia- para defender el modelo que pone la empresa privada y al mercado al centro de todo. Fíjate que su apología a las empresas privadas no hace otra cosa que eso, tratar de defender lo indefendible frente al proceso constituyente, que -esperemos- cambie esa forma de entender la sociedad. Y no es sorprendente de alguien que más que científico es un mercader no solo de la ciencia, sino que también de la educación superior. Claro, lo tratan de disimular con su brillante currículum, pero sigue siendo un empresario, muy inteligente, pero empresario al fin”.

En contraparte, otras personas del área se manifestaron más cercanas a la postura de Pablo Valenzuela. Una de ellas fue la presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, Cecilia Hidalgo, quien expresó que “al día de hoy, han aumentado en forma significativa los programas de postgrado de calidad en el país; por ello, pienso que solo deberían viajar al extranjero a hacer un postgrado solo aquellas personas que no puedan hacerlo en un programa chileno de excelencia”.

Palabras a las que agregó que “las becas Chile deberían focalizarse en los post-doctorados. Las personas salen con una mejor preparación y son bastante mas independientes, lo que les permite aprovechar mejor su estadía en el extranjero. Salen, además, con un mejor status académico y mejores remuneraciones. Ya han aprendido en su formación doctoral a trabajar en Chile, que tiene muchas más limitaciones que hacerlo en el extranjero al menos en la ciencia experimental, y se han hecho conocidas en el medio al presentar los trabajos realizados durante su formación de postgrado a las comisiones examinadoras y en congresos nacionales”.